Zizí
Estábamos en el bar viendo por la tele la pedida de mano de doña Letizia Ortiz. A pesar de los comentarios más o menos subidos de tono que suelen escucharse en las tabernas acerca de estas cuestiones, nadie osó pronunciar ni una palabra políticamente incorrecta al respecto. Todo lo contrario. La gente tiene ganas de boda y la novia ha caído en gracia al pueblo, incluidos buen número de republicanos. De repente, el camarero Jozú, gaditano de Conil que todo lo dice con zeta, susurró casi extasiado: "Ezto parece como de Zizí emperatriz".
Todos supimos entonces que la futura reina de España va a ser conocida por muchos, cariñosa y familiarmente, como doña Zizí. La inclusión de esa zeta aparentemente transgresora en su nombre de pila ha movilizado de inmediato a filólogos y cabalistas: la última letra del abecedario irrumpe con fuerza en nuestras vidas y pasa por encima de las encorsetadas reglas gramaticales vigentes. La zeta (también llamada ortodoxamente zeda y ceda) es un signo de rompe y rasga, pero no tan extremoso como la ka, que huele a bronca y barricada. La zeta, en cambio, ha conquistado Madrid con otro estilo. Un lacónico informe telegráfico sobre la novia del Príncipe de Asturias incluye nada menos que cinco zetas: "Letizia Ortiz estudió en el Maeztu y vive en la Zarzuela". Bien pudiera ser que Madrid vuelva de nuevo a ser Madriz. Cantidad de niñas se van a llamar Letizia de ahora en adelante, o Alizia, Zezilia incluso.
Y como la gente le saca punta a todo, un colchonero propuso que a la prometida del Príncipe se la llame también doña Leti, de claro sabor calderoniano acorde con las querencias futbolísticas del heredero de la Corona. Esa proposición fue rebatida drásticamente por un madridista con visión política: "No convendría que la futura reina de España fuera también del Atlético de Madrid; todo lo más, del Sporting. Sugiero para el bien de la nación que doña Zizí propenda al Bernabéu. El Madrid fue pionero en la irrupción de la zeta. Ahí está Zinedine Zidane para demostrarlo. ¿A que sí, Jozú?
-Zí, zí, por supuezto.
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