Todoterreno de asfalto con precios elitistas

Versatilidad en el uso diario, dinamismo en asfalto y toda la exclusividad y el gancho estético del BMW X5 en un tamaño más compacto y manejable, tanto en ciudad como en carretera. El X3 es el segundo todoterreno de la marca alemana y confirma su nueva política, que busca aumentar las ventas ocupando todas las categorías del mercado. Llegará a España en febrero con un precio superior a lo esperado que le sitúa demasiado cerca del X5 y defrauda las expectativas: 45.600 euros para las dos versiones, 3.0i de gasolina (231 CV) y 3.0d turbodiésel (204 CV).

Imagen estilizada

Como todos los todoterrenos ligeros, el BMW X3 está dirigido a familias con poder adquisitivo y estilos de vida activos. Es la categoría que más está creciendo en todo el mundo, y aunque se trata de modelos 4×4, la mayoría no pisa nunca una pista de tierra. Esta premisa ha provocado que la marca alemana prime el comportamiento en asfalto para conseguir la agilidad que se echa siempre de menos en los 4×4 clásicos. Y se aprecia ya en la carrocería, más afilada y pegada al suelo de lo habitual en estos coches, y en una aerodinámica mucho más eficaz (CX: 0,35).

El X3 mantiene el aire de familia del X5. Lo primero que sorprende es la longitud, 4,56 metros, sólo 10 centímetros menos que su hermano, una diferencia mínima entre dos todoterrenos de la misma marca. Pero tiene explicación: el futuro X5, que saldrá en 2006, será más grande y volverá a marcar la distancia lógica entre ambos.

Al margen de este detalle, el X3 es otros cuatro centímetros más bajo y dos más estrecho que el X5. Así puede presentar una imagen más estilizada, ligera y deportiva, en la que destacan la fuerza del frontal, con los faros dobles de la Serie X de BMW, las aletas marcadas, la línea ascendente del tercer cristal lateral, y el portón inclinado hacia delante y con un alerón.

El resultado es un 4×4 muy dinámico que cumple igual para ir al trabajo que para disfrutar el ocio en familia o con los amigos. Además aporta la exclusividad de BMW, un valor importante para quienes buscan prestigio social.

Confort y dinamismo de berlina

Las medidas de la carrocería permiten ofrecer un interior desahogado, con unas plazas delanteras amplias y elevadas, y unas traseras con suficiente altura, anchura y espacio para las piernas. Sorprende el maletero, que, con 480 litros, supera al del X5 (465).

Si la habitabilidad es buena, el diseño interior sigue tan frío y aburrido como en los últimos BMW. El salpicadero es muy similar al del nuevo Serie 5, abusa de unos plásticos grises poco aparentes y, aunque está bien acabado y los ajustes son buenos, no destaca por su atractivo y elegancia.

Dos motores primero y dos más tarde

Aparte de las dos versiones 3.0 de gasolina y diésel con cambio manual de seis marchas, estas mecánicas se ofrecerán también con una caja automática / secuencial (2.500 euros más). Además, todos los X3 incluyen un equipo de serie muy completo, con seis airbags, ABS, control de estabilidad, tracción 4×4 xDrive, control de descenso, climatizador, ordenador de viaje, control de presión de ruedas, radio-CD, raíles en el techo y todo lo habitual. Entre las opciones destacan los faros bi-xenón, que giran en las curvas y alumbran 89 metros, frente a los 53 de los halógenos normales, y puede añadir techo panorámico, navegador con DVD y hasta un kit deportivo que aumenta la velocidad punta.

La gama se completará en mayo con el 2.5i de 192 CV, y en otoño con el 2.0d de 150 CV. Y BMW espera vender en España 2.200 unidades de este coche en 2004.