La resistencia abate otro helicóptero de EE UU en Irak

Un Black Hawk del Ejército estadounidense, la joya de los helicópteros de combate, fue abatido ayer por fuego desde tierra cerca de Tikrit, la ciudad natal de Sadam Husein. Sus seis ocupantes murieron. La nueva acción de la resistencia se suma al derribo de un helicóptero Chinook el pasado domingo, que provocó la muerte de 16 soldados, y muestra una nueva capacidad letal contra los aparatos de Estados Unidos en una zona de mayoría suní, al norte de Bagdad, que se ha convertido en el mayor foco de la resistencia.

El helicóptero estaba a punto de aterrizar en la base de Ironhorse, cuartel general de la Cuarta División de Infantería en Tikrit. Tras recibir el impacto -según los oficiales militares y testigos-, cayó envuelto en llamas y se rompió en pedazos. Los bomberos y vehículos blindados acudieron a la zona, que fue asegurada inmediatamente por helicópteros Apache y soldados.

El teniente coronel Steve Russell, comandante del batallón, aseguró que el helicóptero pareció haber sido abatido por fuego enemigo: "Fue algo lanzado desde tierra", dijo Russell. Otros oficiales manifestaron que se trató de un disparo con lanzagranadas, una de las armas preferidas por la guerrilla iraquí.

El pasado domingo, un misil tierra-aire Strela derribó un Chinook al oeste de Bagdad, matando a 16 soldados que iban de permiso. Fue el acto más letal contra tropas de Estados Unidos desde el inicio de la guerra. El suceso de ayer se produjo cerca del lugar en el que otro Black Hawk fuera alcanzado hace días por otra granada que no causó víctimas.

Además de los seis ocupantes del helicóptero, otros dos soldados norteamericanos murieron en sendos ataques en Mosul. Con ellos, EE UU suma ya 148 víctimas en combate desde que el 1 de mayo el presidente George Bush declarara el fin de las hostilidades.