Los gigantes llegan a los últimos choques

La larguísima competición que reúne en Australia a los mejores equipos del rugby mundial llega a su hora de la verdad con los cuartos de final. Como se esperaba, casi todo ha sobrado desde el pasado 10 de octubre en que comenzó el torneo. El rugby no sólo es el deporte de equipo más estructurado y perfecto, que deja pocas posibilidades a las sorpresas, sino que las diferencias de poderes marcadas tradicionalmente incluso se han acentuado con la consolidación del profesionalismo. Tras la criba de los 20 equipos en cuatros grupos han llegado los dos primeros de cada uno, los ocho que en cualquier quiniela lógica se hubiesen pronosticado. Para acabar, la propia federación internacional (IRB), ha admitido que el calendario favoreció a los grandes, pues tuvieron más días de descanso que los pequeños. Pero las distancias son tan siderales que incluso con segundos equipos los resultados han sido lógicos: palizas enormes a los equipos de tercer nivel y más discretas a los del segundo.

Nueva Zelanda y Suráfrica abren (8.30, Canal + Deportes 2) los cuartos en Melbourne con el choque más fuerte. Los All Blacks, máximos favoritos, aplastaron a Italia (70-7), Canadá (68-6) y Tonga (91-7). También ganaron a Gales en el partido que decidía el primer puesto del grupo (53-37), pero a su nueva exhibición atacante se unieron demasiados errores defensivos, lo que dejó abierta la esperanza a que los Springboks surafricanos tengan opciones de ganar. No lo pareció hace unos meses, cuando fueron arrollados en el torneo Tri Nations (52-16) en el primer partido en casa, aunque mejoraron, al perder más apretadamente (19-11), en el segundo. En la Copa, la derrota contra Inglaterra, la otra gran favorita (25-6), les condenó a cruzarse con los temibles neozelandeses. Su última y contundente victoria (60-10) sobre Samoa, uno de los mejores equipos de segundo nivel, ha confirmado que pueden plantar quizá mejor cara.

El otro partido de hoy, en Brisbane (11.00, Canal + Deportes 2) Australia-Escocia, es en teoría más fácil para los anfitriones, pero con matices. Su apurada victoria sobre Irlanda (17-16) abrió todas las dudas tras su récord sobre Namibia (142-0), el otro aplastamiento de Rumania (90-8) o el más normal (24-8) sobre Argentina, que perdió la clasificación con Irlanda (16-15). Escocia, en cualquier caso, aplastada por Francia (51-9), parece en un escalón inferior.

Mañana, jugarán el resto de grandes europeos: Francia-Irlanda e Inglaterra-Gales, con franceses e ingleses como favoritos.