El herido en Tres Cantos reconoce "sin dudas" al 'asesino del naipe'
La juez concluye la instrucción y traslada el sumario a la Audiencia Provincial
Nueva prueba incriminatoria contra el supuesto asesino del naipe. El herido de un balazo el pasado 7 de marzo en Tres Cantos, Eduardo Salas, de 27 años, identificó ayer por la mañana "sin ninguna duda", al ex militar Alfredo Galán Sotillo, de 26 años, como la persona que le disparó en la cara. Según el abogado del testigo, Marcos García Montes, Salas se mostró "tranquilo y confiado" en su decisión.
La rueda de declaración se realizó ayer en los calabozos de los juzgados de plaza de Castilla, ante todos los abogados personados en la causa. El testigo no dudó "ni dos segundos" en reconocer al asesino confeso del naipe, según relató su letrado. Primero echó un vistazo a los cinco jóvenes que estaban al otro lado del cristal y se fijó en el que portaba el número cuatro: el asesino confeso Alfredo Galán Sotillo. Sin embargo, quiso asegurarse con total certeza. Para eso solicitó que el supuesto culpable diera tres pasos: "En la mente de mi cliente se quedó clavado cómo andaba el hombre que le disparó. El pistolero siempre anda de forma marcial, con los brazos y la cabeza echados hacia delante".
Eduardo Salas lo dijo contundente: "Es el número cuatro". Y no hubo ni dudas ni preguntas por parte del resto de abogados. En esta ocasión no fue necesario el cambiar las posiciones, ya que el testigo se mostró firme en su declaración. "Mi cliente lo tenía muy claro, ya que el día que le disparó también le recuerda cuando se acercó a él empuñando la pistola", añadió García Montes.
"Eduardo estaba segurísimo de que le iba a reconocer, porque tiene la imagen de Galán grabada en la cabeza. Hoy era la tercera vez que lo veía. Inmediatamente se ha fijado en él y no ha dudado, aunque el detenido ha cambiado su aspecto. Tiene el pelo más corto", añadió el abogado.
"Ningún abogado ha puesto ninguna objeción a los otros cuatro hombres que han estado en la rueda de reconocimiento, porque todos eran de características físicas muy similares", explicó Marcos García Montes. En la prueba estuvo la magistrada instructora del caso, la titular del juzgado número 10, María Antonia Torres.
Eduardo Salas resultó herido de un disparo en la cara el pasado 7 de marzo, cuando estaba con una amiga, Anahid C., en la avenida de Viñuelas de Tres Cantos. De repente se les acercó un hombre alto (de 1,80 metros de estatura, aproximadamente) que sacó una pistola y le disparó una vez en la cara. El proyectil le entró por el carrillo derecho, junto a la nariz, y le salió por la parte trasera del cuello. La víctima cayó desplomada al suelo, sangrando abundantemente.
El asesino se dirigió entonces a la acompañante de Eduardo e intentó efectuar otro disparo, pero se le encasquilló el arma. La mujer se arrodilló y se protegió la cabeza con los brazos. En ese momento, el pistolero arrojó un naipe del dos de copas junto al cuerpo del herido. La carta quedó boca arriba.
La prueba practicada ayer es una de las últimas del llamado caso del asesino del naipe. De hecho, la magistrada que instruye el caso ya lo dio por cerrado el pasado 29 de septiembre. Remitió los más de 8.000 folios de que consta el sumario a la Audiencia Provincial de Madrid, que será la que debe fijar fecha para el juicio. Antes había rechazado las pruebas solicitadas por la abogada defensora de Alfredo Galán. Entre ellas estaba una prueba de ADN de la colilla de un cigarrillo marca Rex encontrada en el portal de la calle de Alonso Cano, donde fue encontrado el cadáver de Juan Francisco Ledesma, de 50 años, el portero de la finca, el pasado 28 de enero. La juez sólo admitió la rueda de reconocimiento practicada ayer que fue pedida por Marcos García Montes.
La abogada de Alfredo Galán ha recurrido la decisión de María Antonia Torres ante la Audiencia Provincial. Será este órgano judicial el que decida en última instancia si acepta la realización de esas pruebas, lo que obligaría a trasladar de nuevo el caso al juzgado de instrucción número 10. "Espero que ahora no entremos en recursos y contrarrecursos para dilatar el proceso judicial. Si no hay más incidencias, y está en la voluntad de todos que no las haya, la vista oral podría celebrarse durante la próxima primavera", explicó García Montes. "Con la prueba de hoy el sumario ha dado un vuelco definitivo", concluyó el letrado.
Seis homicidios
Alfredo Galán Sotillo se entregó la tarde del 3 de julio en la comisaría de Puertollano (Ciudad Real). Allí confesó haber cometido los crímenes imputados al denominado asesino del naipe: seis homicidios y otros tres en grado de tentativa. Esta última circunstancia elimina la posibilidad de ser juzgado por el procedimiento del jurado, según García Montes.
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