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Una muestra presenta una selección de la fabulosa biblioteca de Hernando Colón

El hijo del navegante reunió 15.000 libros en el siglo XVI en sus viajes por Europa

Una exposición evoca en Sevilla la figura del cosmógrafo Hernando Colón (Córdoba, 1488-Sevilla, 1539). Hijo natural de Cristóbal Colón, Hernando fue un bibliófilo que llegó a reunir una biblioteca con 15.000 volúmenes. La Biblioteca Colombina de Sevilla conserva, en parte, este fabuloso legado. La sede de la Fundación José Manuel Lara acoge hasta el próximo 20 de diciembre la exposición Hernando Colón y la Biblioteca Colombina. Una vida de libros, que, a través de una selección de valiosas obras de este fondo documental, resalta la figura del hijo del navegante.

La muestra presenta asimismo paneles informativos y mapas de la época. Los responsables de la exposición -que reúne una veintena de volúmenes- se encontraron con una tarea complicada a la hora de seleccionar los libros, debido a la enorme riqueza documental de la Biblioteca Colombina. Se optó, así, por hacer una selección de carácter divulgativo. La comisaria de la exposición, la historiadora Teresa Prieto, comentó ayer, en la inauguración de la muestra, la funcionalidad de los paneles, que "se pueden desmontar perfectamente y llevar a cualquier colegio".

Prieto recordó cómo Hernando Colón insistió "en su testamento en la idea de que la biblioteca que había formado fuera una biblioteca viva". "El sobrino no estaba por la labor. Y, así, pasó el legado a la catedral de Sevilla", relató Prieto. La consejera de Cultura, Carmen Calvo; el presidente de la fundación, José Manuel Lara Bosch; el presidente de El Monte, José María Bueno Lidón, y el concejal de Cultura, Antonio Rodríguez Galindo, entre otros, acudieron a la inauguración.

La muestra se divide en dos apartados. En el primero se busca explicar cómo se formó y estructuró la biblioteca a través de compras, viajes, libros regalados... El segundo apartado da cuenta de la variedad y riqueza que guardan sus anaqueles. La alta cultura y la cultura popular conviven en el legado. Obras fundamentales en la historia de la cultura europea -de Francesco Petrarca o Erasmo de Rotterdam- se mezclan con cuadernillos anónimos sobre historias de amor, la enfermedad de la peste o consejos para sobrevivir a las guerras y batallas. Se trata, en fin, de obrillas que glosaban la vida diaria, los problemas cotidianos de la gente y los asuntos más rutinarios.

Tragoediae septendecim, una edición de Aldo Manuzio, considerado el mejor tipógrafo y editor de la Italia renacentista, recoge las 18 tragedias de Eurípides. La Gramática castellana (1492), de Antonio de Nebrija, no puede faltar. Una edición de 1474 de De viris illustribus sive Historia romana, de Francesco Petrarca, brilla en la exposición. Este De viris illustribus... es una traducción italiana del siglo XV que Hernando Colón compró en Venecia en 1531 cuando Marín Sanudo, agobiado por los problemas económicos, se vio obligado a desprenderse del volumen.

La literatura popular también tiene su sitio en la selección. Un ejemplo de esto es Lamento duna Cortigiana. En 1529 Hernando Colón hizo el que sería su último viaje por Italia. El hijo del Almirante compró libros de todo tipo cuya adquisición en España era muy difícil. Lamento duna Cortigiana es un ejemplo de esta literatura popular. En esta obra se narran las desventuras de una cortesana que padece sífilis.

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Regime contre le pestilence es un ejemplo de obrilla escrita en lengua vulgar y accesible a toda la población. La obra, impresa en Lyón, es una muestra de la literatura médica o pseudomédica que proliferó desde la terrible epidemia de peste de 1348. Se inscribe en el abanico de tratados y tratadillos que describían síntomas del temido mal, así como consejos para tratar o evitar la enfermedad.

La vida de Hernando Colón estuvo marcada por los viajes, la defensa de los privilegios familiares y una voraz curiosidad intelectual, que le empujó a formar una de las mayores bibliotecas de la época. Hernando Colón aprovechaba todos sus viajes para adquirir ejemplares en ciudades famosas por sus talleres tipográficos. Esta compra masiva de libros se produjo especialmente cuando a partir de 1520 empezó a acompañar al emperador Carlos V por Europa. Las ciudades de Núremberg y Colonia, en Alemania, Venecia y Roma, en Italia, y Lyón, en Francia, vieron llegar a un cliente que ordenaba, a veces, la adquisición de centenares de libros.

La muestra está promovida por la Fundación José Manuel Lara, la Institución Colombina y CajaSur. La exposición está abierta de lunes a viernes: de 10.00 a 13.30 y de 17.00 a 20.00. Los sábados, de 10.00 a 13.30.

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