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Reportaje:

O'Neal contra Bryant

El dúo estelar de los Lakers vuelve a la gresca y eleva la tensión del equipo

No tenía suficiente Kobe Bryant con sentarse en el banquillo de los acusados en un juicio por violación que va camino de ser un culebrón nacional en Estados Unidos, destrozando su vida privada y sus nervios. El alero de Los Ángeles Lakers también retomó el domingo el duelo psicológico que sostiene desde hace años con su compañero Shaquille O'Neal por la supremacía en el liderato del conjunto. Poco después de comenzar a entrenarse con el grupo, su colega le puso contra las cuerdas aprovechando que Bryant tiene la opción de quedar libre en junio y marcharse. "Éste es mi equipo", sentenció el gigante; "si no le gusta [jugar a mi manera], se puede ir... Yo no me voy a ninguna parte".

Shaquille: "Si no le gusta jugar a mi manera, que se vaya"; Kobe: "Un líder no debe estar gordo ni culpar a otros"
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Teniendo en cuenta la delicada situación personal de Bryant, la declaración de O'Neal tuvo el cariz de las cuchilladas por la espalda. "[Kobe] debería pasar más el balón porque ahora sus piernas no están demasiado fuertes", dijo O'Neal, en referencia a la falta de entrenamiento de su compañero, más pendiente de acudir al juzgado que de hacer la pretemporada.

Bryant no encajó bien el comentario. Así, apuntó: "Definitivamente, no necesito consejos sobre cómo hacer mi juego. Yo sé cómo jugar en el puesto de escolta. Él se puede preocupar del poste bajo, que yo me ocuparé del perímetro".

Al saber la respuesta de Bryant, O'Neal golpeó más duro: "No necesita consejos sobre cómo jugar en su puesto. Lo que necesita es que le digan cómo jugar en equipo. Si no le gusta, puede optar por irse el año que viene. Si éste va a ser mi equipo, diré mi opinión".

Complementarios en la cancha, O'Neal y Bryant, el pívot y el pelotero, sólo pudieron ganar el campeonato cuando armonizaron su juego y unieron sus fuerzas, en 2000, 2001 y 2002. Fuera del parqué, son incompatibles. Tipos territoriales y ambiciosos que se muestran incapaces de saldar cuentas en privado y utilizan el foro público para airear sus desavenencias.

Tan malo es el cariz que toman los acontecimientos para los Lakers que, a pesar de constituir la mejor plantilla y tener al entrenador más laureado, Phil Jackson, podrián echarlo todo a perder. Como dijo un jugador en vísperas del debú, la madrugada pasada, contra el Dallas: "Esto se pone feo".

El lunes, Bryant se explayó en una entrevista en la cadena de televisión ESPN. "¿Cuál fue su reacción cuando Shaq dijo que los Lakers eran su equipo? ", le preguntó el periodista. "A nadie le importa de quién es el equipo", dijo Kobe; "pero, si éste es su equipo, ha llegado el momento de actuar a la altura. Eso significa que no debes empezar la pretemporada gordo y fuera de forma cuando el equipo te pide que seas el líder. Significa que no debes culpar a otros cuando el equipo falla (...). Si él dice que es un líder, los líderes no mendigan una renovación de contrato de 30 millones de dólares por temporada cuando tienen a dos hall of famers [Karl Malone y Gary Payton] jugando casi sin cobrar. Un líder no se arrastra para lamentarse de que no le dan el balón cuando tiene a tres compañeros jugando para él (...). Es ridículo que diga que no soy un jugador de equipo cuando me he sacrificado durante años por él. Eso es lo que Jackson quería que hiciera y es lo que he hecho (...)".

Kobe Bryant (a la izquierda) y Shaquille O'Neal.
Kobe Bryant (a la izquierda) y Shaquille O'Neal.REUTERS

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