La Audiencia ordena la detención de otros siete 'narcos' que no se presentaron a juicio
Los procesados salieron en libertad en abril tras cumplir cuatro años en prisión preventiva
El cabecilla de la red, José Gomes Pires, alias El enano, portugués, de 55 años, y para el que el fiscal pide un total de 32 años de prisión, está en paradero desconocido desde que fue entregado temporalmente a Portugal para ser juzgado allí. Pero la huida de otros seis integrantes de la banda cogió por sorpresa al tribunal, que no pudo hacer otra cosa que ordenar la busca y captura de los procesados. Incluso hasta primeras horas de la tarde estuvo tratando de localizar a Manuel Alberto Pavía, quien, según sus abogados, estaba ingresado en un hospital en el que no fue encontrado.
Gomes Pires fue entregado a Portugal para ser juzgado pero fue puesto en libertad tras ser declarado nulo el juicio. La secretaria judicial leyó un fax de Interpol en el que se da cuenta de que las autoridades portuguesa no han respondido a sus requerimientos para que el acusado fuera devuelto a España.
Los abogados de los demás procesados ausentes solicitaron la suspensión del juicio, alegando que sus clientes tenían intención de acudir y que quizá se lo ha impedido una cuestión de "fuerza mayor". Además, pidieron la suspensión de la vista.
El tribunal se reunió a deliberar y decidió continuar el juicio para no perjudicar a los otros 15 acusados, del total de 22, que se presentaron. El presidente del tribunal, Siro García, reconoció que existen escasas posibilidades de que los procesados ausentes se sometan a la jurisdicción del tribunal, pero decidió seguir el proceso porque entre los acusados hay siete que se encuentran en prisión preventiva.
Además de Gomes Pires, incumplieron la orden de comparecencia la hija de éste, Silvia Claudia Marques do Santos, (con una petición fiscal 16 años de cárcel); Miguel Rui Teixeira, El Gordito, portugués, de 34 años, (con 21 años de petición de prisión); Gregorio Fernández Antón, El Cojo, español, de 47 años (22 años de petición fiscal); su esposa, Gloria Güell Grau (15 años de cárcel), y el hijo de ambos, Didat Fernández Güell (15 años de prisión), para quienes se decretó orden de busca, captura e ingreso en prisión.
En cuanto Manuel Alberto Pavía, venezolano de 64 años, para el que el fiscal pide 23 años de cárcel y que se encontraba hospitalizado en Jerez de la Frontera (Cádiz), el tribunal comprobó a través de la policía judicial que no se encontraba en el centro médico desde el pasado viernes. Al parecer, fue trasladado a otro hospital para una nueva estancia de cinco días pero ayer no fue localizado en el segundo centro médico y se ordenó su búsqueda.
La red de narcotraficantes adquiría la heroína a un viejo conocido de toda la policía europea, el turco Urfi Centinkaya, quien también logró zafarse de la justicia española, aunque ahora se encuentra preso en su país. La heroína llegaba a Holanda camuflada entre envíos de maquinaria agrícola que después eran remitidos a España, a una empresa radicada en la localidad de Villacastín (Segovia). La investigación sobre los envíos de heroína, conocida con la clave de Operación Carro, se prolongó durante cuatro meses hasta que se interceptó un camión procedente de Holanda con 319 kilos de heroína -el mayor alijo de esta droga incautado en España-, además de 52 kilos de cocaína.
Otra fuga más
La más que probable fuga de siete narcotraficantes se añade con escaso margen de tiempo a las protagonizadas en octubre de 2002 por José Manuel Rodríguez Sanisidro, el procesado de la Operación Temple para quien el fiscal pedía 34 años de cárcel, y por el delegado de uno de los carteles colombiano de la cocaína, Carlos Ruiz Santamaría, El Negro, que con una petición fiscal de 60 años de prisión, fue excarcelado en diciembre de 2001 cuando apenas quedaban 15 días para iniciarse el juicio, tras aportar un informe psiquiátrico de que padecía trastorno bipolar con tendencias suicidas.
Más recientemente, el pasado junio, la Audiencia Nacional dictó orden de detención internacional para tres narcotraficantes condenados junto al abogado Pablo Vioque: Manuel Carballo Jueguen, condenado a 17 años de prisión y multa de 1,2 millones de euros por tráfico de estupefacientes de notoria cantidad y en grado de jefe de organización; Luis Jueguen Vilas y José Antonio Padín Vieites, condenados por el mismo delito a penas de 15 y 10 años de prisión, respectivamente. Los tres se dieron a la fuga cuando la Audiencia les citó para notificarles la sentencia y proceder a ingresarles en la cárcel.
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