Asedio al 'top manta'

Alicante ha dejado de ser el paraíso para la venta ilegal de discos piratas y DVD. Desde que se decidiera hacer frente a uno de los negocios fraudulentos más lucrativos y, a su vez, de formidable impacto para la industria discográfica, los cuerpos de seguridad del Estado no han dado tregua a los vendedores del top manta

que escogen los puntos turísticos de la capital. Ayer, la planta de compostaje de la partida alicantina del Rebolledo fue escenario de la destrucción de 25.000 compactos piratas, requisados desde el mes de julio. Las batidas policiales permitieron, además, decomisar entre 1.500 y 2.000 kilos de ropa falsificada, 250 relojes y un buen número de gafas de sol. La ropa incautada se entrega a organizaciones humanitaria; las gafas son enviadas a los campos de Tinduf, en Argelia, para que los refugiados saharauis se protejan de la arena, reveló ayer un agente.

La Policía Local de Alicante dispone desde hace seis años de una brigada especializada contra la venta ambulante ilegal. En España, este negocio cuenta con 12 millones de consumidores, fundamentalmente adolescentes, atraídos por tan ilegal y barata oferta: tres euros un CD novedoso, y cinco euros si lleva más tiempo en antena. Sin embargo, la intensa presión policial comienza a cosechar sus frutos. Según datos de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) hasta julio, Alicante ha pasado a ocupar el penúltimo lugar en la lista de ventas de CD piratas. La Explanada, fundamentalmente, y lugares costeros como la Playa de San Juan y Urbanova, han dejado de ser santuario de vendedores clandestinos, mayoritariamente africanos. No obstante, según relata un miembro de la brigada policial, su detención, hoy, es harto difícil. Apenas, un 10% de los vendedores ilegales es arrestado. Cada uno tiene ojeadores que les advierten de la llegada policial. Los Alejandro Sanz y Bisbal siguen teniendo competencia desleal; aunque, desde ayer, menos.