Ibrahimovic pone al Celta en cuarentena
Una gran jugada del delantero sueco del Ajax tumba a un Celta infortunado, mucho más ofensivo que de costumbre
El Celta prometió una carga de caballería pero no pasó de las trincheras de Lobont. El portero del Ajax dejó al equipo vigués malparado en una Liga de Campeones que va camino de abandonar con el mismo perfil de aspirante gris con que la comenzó. El oficio de sus centrales y la habilidad de Mostovoi no le sirvieron para torcer la mala racha que lo amarga fuera de casa desde la temporada pasada.
Sin jugar mal, el Celta se quedó sin nada frente a un Ajax tierno, valiente y desvalido por la pérdida de Van der Vaart, el capitán local, que se lesionó muy pronto. Animado por una hinchada febril que cantó en masa el Nabucco de Verdi cual marcha militar para jalear al equipo, el conjunto holandés resolvió el choque gracias al delantero sueco Ibrahimovic, que, por su cuenta y riesgo, se inventó un sensacional gol.
AJAX 1 - CELTA 0
Ajax: Lobont; Trabelsi (Jong, m.63), Pasanen, Van Damme, Maxwell; Pienaar, Galásek, Sneijder, Van der Vaart (Mitea, m.38); Ibrahimovic y Sonck (Yakubu, m.76).
Celta: Pinto; Velasco, Cáceres, Berizzo, Sylvinho; Jesuli, Luccin, Giovanella, Juanfran; Mostovoi; y Milosevic.
Goles: 1-0. M. 52. Gran jugada de Ibrahimovic, que se escapa de Velasco, supera la entrada de Berizzo y marca con gran calidad ante la salida de Pinto.
Árbitro: Markus Merk (Alemania). Amonestó a Giovanella, Cáceres, Milosevic, Juanfran y Jesuli.
48.154 espectadores en el Amsterdam Arena.
Con Van der Vaart lesionado, pasada la media hora, el Celta dio un paso adelante
El Ajax de Ronald Koeman no deslumbra ni ofrece una innovación táctica. En esto último sigue al pie de la letra la tradición de uno de sus históricos gurús, Rinus Michels: sentido arquitectónico, velocidad y simetría. En ese ámbito es ley jugar a ras de hierba salvo emergencia, y dominar el toque a la perfección. Algo que hizo el Ajax en el arranque del partido, cuando Van der Vaart aún estaba sano. Sin ese jugador, que es el enganche, el eje, la precisión en el pase se pierde y las líneas se desconectan.
Con Van der Vaart lesionado, pasada la media hora, el Celta dio un paso adelante. Al achicar el campo y acercarse al área de Lobont hizo lo que dicta la fórmula: dio vuelo a sus extremos. De un lado Juanfran, muy envalentonado, y del otro Jesuli, inspirado para la bicicleta, con salida por los dos costados. No marcó pero se fue al descanso con el aire sereno de quien siente que tiene dominada la situación.
Van der Vaart, que en Holanda es una celebridad, se ha convertido en el único jugador de la plantilla del Ajax que a su condición de imprescindible suma la de holandés. Sin él en el campo, el equipo se vulgariza porque pierde valores que le son esenciales. Eso le pasó ayer al Ajax, que se quedó sin el balón y cuando lo tuvo no lo administró con la eficacia habitual. Durante un buen rato el Ajax sólo fue capaz de atacar con Maxwell, un lateral brasileño que recuerda a Leonardo. Desasistido, Ibrahimovic debió bajar a armar el juego. El nueve sueco no pudo irse más con el balón de cara pero demostró que fuera del área no le falta pie. Incluso demostró que le sobra.
En un equipo edificado con jugadores desconocidos, Ibrahimovic fue la excepción. Su nombre ya sonaba en los mentideros de Milán y Manchester cuando el equipo holandés lo contrató. Fue otro acierto de una red internacional de ojeadores que, por lo visto, forman parte de una estructura muy consolidada en el club. Si en los noventa el Ajax descubrió a Kanu, Oliseh y Finidi, en los últimos años presentó al desconocido Maxwell, al surafricano Pienaar, más extraño aún aunque no menos notable, y al tunecino Trabelsi, revelación mundial en un puesto que anda escaso de buenos exponentes como es el lateral derecho. El caso de Ibrahimovic es distinto. Ya traía fama desde rapaz y ayer el Celta se llevó su marca de vuelta a España. Ocurrió a la vuelta del descanso, cuando los muchachos del Celta regresaban al campo animados, discutiendo la mejor manera de rematar el encuentro. No hubo caso: a los cinco minutos Ibrahimovic desencajó a Velasco y se fue directo al área chica. Lo cerró Berizzo, pero en vano. El sueco lo superó y ajustó el tiro al palo.
El marcador en contra no cambió la trama del partido ni la suerte del Celta. Siguió dominando a intermitencias el equipo gallego, pero el Ajax tuvo un portero que descolgó todos sus centros. Con eso le bastó, porque hasta para sacar el balón jugado tuvo problemas el equipo de Koeman, mal dotado de centrales con manejo. Un claro penalti sobre Jesuli no fue considerado por el árbitro y el tiempo jugó a favor de los locales, que achicaron agua como pudieron hasta el final. De nada le sirvió al equipo de Lotina mostrarse más fiero que nunca en ataque.
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