Ralph Salerno, policía experto en la mafia
Ralph Francis Salerno, policía muy condecorado de la ciudad de Nueva York y una autoridad en el crimen organizado, falleció el miércoles en Scranton, Pensilvania. Tenía 78 años. La causa del fallecimiento ha sido una insuficiencia cardiaca congestiva.
Cuando el sargento detective Ralph Salerno se retiró del Departamento de Policía en 1967, se llevó consigo la reputación de saber más sobre la mafia en Estados Unidos que cualquiera que no perteneciera a ésta, de acuerdo con las noticias publicadas en aquella época. Pasó más de 20 años en la sección de espionaje del departamento, y cuando se jubiló era supervisor de detectives en la sección central de investigaciones.
Fue citado regularmente como testigo experto en usura y otro tipo de actividades delictivas ante ambas Cámaras del Congreso y ante tribunales federales y estatales. Tras su primera jubilación, se convirtió formalmente en asesor del Departamento de Justicia en Washington y del Consejo Nacional sobre Crimen y Delincuencia.
En 1970, el alcalde John V. Lindsay y la Corporación de Apuestas del Hipódromo le nombraron asesor especial de la corporación, ante los indicios de que algunos delincuentes estaban intentando infiltrarse en la apuesta legalizada o hacerla quebrar. Tres años después, Salerno se unió a la oficina del fiscal del distrito de Queens, tras la elección de Nicholas Ferraro, que lo nombró jefe de investigaciones de fraudes. A lo largo de los años, Salerno participó en comisiones presidenciales, habló frecuentemente en foros públicos y dio conferencias en universidades de Estados Unidos y Canadá. Publicó artículos en revistas y escribió un libro, The Crime Confederation, en 1969. Se retiró del servicio público en 1975, tras lo cual trabajó como asesor en el sector privado.
Ralph Salerno nació en el Bronx, y fue el más joven de los 11 hijos de una pareja de inmigrantes de la zona de Nápoles. Contaba que su familia había huido del gueto italiano de East Harlem, en la calle 109, donde los gánsteres habían exigido tributo a los comerciantes y obligado a los residentes a cumplir la omertà, el código de silencio. En 1946, decidido a luchar contra las asociaciones delictivas que podían intimidar a una comunidad con amenazas y regalos, se hizo policía.
En su carrera policial participó de cerca en las investigaciones de algunas de las figuras más sobresalientes de la mafia. Su unidad usaba informadores y la vigilancia, además de grabaciones autorizadas por el juez, que él consideraba indispensables. Esas escuchas, opinaba, podían decirle a un investigador si un mafioso desaparecido se mantenía oculto o lo habían matado, simplemente por los tiempos verbales usados en una conversación. El trabajo de Salerno condujo a la detención de muchos delincuentes con nombre italiano.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.