El alma mestiza de Los Llanos
Un secreto en la isla de La Palma
Se quedan. Claro que se quedan. Lo raro sería que no lo hicieran. A la una de la tarde de un día cualquiera de otoño -tanto daría que fuera invierno, primavera o verano-, en torno al quiosco de la plaza de Los Llanos de Aridane, en la isla de La Palma, eje de la vida ciudadana, acentos teutónicos, cabelleras rubias y pieles blancas se entremezclan ostensiblemente con el pelo negro, la tez bronceada y la suave cadencia del habla palmera. Son "los alemanes", así, en general, aunque algunos no provengan exactamente de la República Federal, sino de Bélgica, Holanda y otros países aledaños.
Llegaron hasta esta pequeña isla perdida en el Atlántico, declarada este año por la Unesco reserva mundial de la biosfera, atraídos por el boca a boca, algunos mucho antes de que se implantaran los vuelos chárter y aumentara la oferta hotelera. Y aquí encontraron todo lo que necesitaban: buen clima, seguridad, mar, montaña, vida apacible, espíritu abierto. De su decisión de quedarse -hay 2.500 extranjeros residentes en el municipio- se impregna Los Llanos, con algo más de 20.000 habitantes y motor económico de la isla con sus cultivos de plataneras. Es un turismo alejado del estereotipo rubicundo, ruidoso, inculto, depredador y bañado en cerveza que impera en otras costas españolas. Lo componen parejas jóvenes, a menudo con niños pequeños; grupos de amigos amantes del montañismo, viajeros solitarios. Un perfil similar al de quienes decidieron no regresar a sus fríos lugares de origen, como el alemán Albert Oehlen, cuya obra pictórica figura en museos de Viena, Colonia, Los Ángeles y Nueva York.
El viajero que llega desde cualquier otro punto de España se encuentra así con un ambiente cosmopolita, mestizo, lleno de atractivos. A los hombres y mujeres de Los Llanos de Aridane, como al resto de los palmeros, este espíritu les viene de muy lejos. En el siglo XVI, el puerto de la capital, Santa Cruz de La Palma, era el tercero del imperio, tras Sevilla y Amberes. El intenso tráfico llevaba al continente azúcar, seda y plantas tintóreas, y traía, amén de productos de primera necesidad, noticias, amplitud de miras, espíritu de aventura y esculturas y pinturas sobre tabla: muchos terratenientes se trasladaron, por motivos económicos, desde Flandes hasta La Palma, portando con ellos obras de los mejores talleres de Amberes, Malinas y Bruselas. Dos de ellas, del siglo XVI, son objeto de la devoción de los aridanenses: la patrona, Nuestra Señora de los Remedios, talla policromada que se encuentra en la iglesia parroquial, de espléndido artesonado mudéjar, y la imagen de las Angustias, en el santuario que se alza junto al barranco de su nombre, en la salida hacia el océano del parque nacional de la Caldera de Taburiente.
Origen volcánico
La cresta de esta caldera de origen volcánico preside a lo lejos el tráfago cotidiano de unas gentes especialmente laboriosas: no hay más que ver el esfuerzo sobrehumano que han tenido que hacer para convertir en bancales la abrupta orografía, con el fin de sembrar los plátanos que desde el siglo XIX han sido su fuente de riqueza y ahora son su principal motivo de preocupación. Unas cúpulas blancas, perceptibles a la vista, marcan en el Roque de los Muchachos su altura máxima (2.423 metros), la ubicación del conjunto de observatorios astrofísicos de su nombre, los más importantes del hemisferio norte. La otra cumbre que constituye el telón de fondo imprescindible, mucho más cercana, es la del Birigoyo, acompañada del murallón de El Time, con su mirador sobre la Caldera y el valle de Aridane.
Y les viene, además, el espíritu abierto, cosmopolita y mestizo de la experiencia personal: rara es la familia de la que no salió a comienzos del siglo XX algún miembro camino de Cuba o Venezuela y que no acoge, a comienzos del XXI, a alguno de sus descendientes. Centroeuropa, Caribe, Canarias: una mezcla explosiva y vivificadora. Hans, Carlos Alberto, Nieves Rosa. Codillo, arepas, papas arrugadas. Cuartetos de música clásica, guitarras cubanas, timples.
¿Las sorpresas? Múltiples. La plaza Chica, con una pila de agua de piedra tallada flanqueada de elevadísimas palmeras; un secadero de tabaco convertido en centro cultural, y una fuente de la Bauhaus, salvados de la piqueta por la decidida acción ciudadana; una recova (mercado) entre laureles de Indias y flamboyanes, donde comprar, recién cogidos, plátanos, aguacates, piñas, mangos y papayas; plataneras en pleno centro de la ciudad; casas terreras cubiertas de teja del país y elegantes caserones de dos plantas con frondosos patios interiores, en medio de feos edificios de nuevo cuño. Para ennoblecer sus fachadas laterales ciegas han trabajado desde 1999, dentro del proyecto municipal La Ciudad en el Museo, artistas como Fernando Bellver, Andrés Rábago (El Roto) y Javier Mariscal, realizando cuadros de hasta 140 metros cuadrados. Y la creativa aventura continúa.
A la salida, en dirección al océano, aparece El Llano de Argual, una señorial plaza cerrada por casonas solariegas pertenecientes a las familias históricamente más poderosas del valle; Monteverde, Massieu van Dalle, Sotomayor y Poggio, levantadas entre los siglos XVII y XVIII. En ella, al abrigo de su inmensa araucaria y las palmeras reales, se celebra cada domingo un mercadillo.
GUÍA PRÁCTICA
Dormir
- Valle de Aridane (922 46 26 00), en el casco urbano. La doble, 40 euros.
- Casona de Argual (922 40 18 16), en el Llano de San Pedro. Vivienda solariega de 1732. Turismo rural. La doble, 60. Tiene restaurante de cocina creativa (precio medio, 24 euros).
- Sol Meliá (922 40 80 00), en la playa de Puerto de Naos. Apartamento para cuatro personas, desde 67. La doble, con media pensión, desde 93 euros.
Comer
- El Jable (922 46 41 08). Especialidades venezolanas, zumos naturales y ensaladas. Unos 10 euros.
- Salta Si Puedes (922 46 38 79). Platos de cuchara, carnes (cochino, conejo en salmorejo) y pescados (morena, salema, vieja, cabrillas, sama) a la brasa con papas arrugadas y mojo. Unos 16 euros.
Copas
- El Patio. Rosario, s/n. Casa canaria con interior rebosante de vegetación.
- La Luna. Fernández Taño, 26. Música en directo.
Playas
- Cerca del casco urbano se encuentran las playas de Puerto de Naos (la más extensa) y Charco Verde, muy concurridas, y otras más recónditas, como La Bombilla y El Remo.
Información
- Oficina de turismo (922 40 25 83).
- www.aridane.org.
- Central de reservas de turismo rural Isla Bonita (922 43 06 25).
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