La vida en la 'prisión' de Arafat
El presidente palestino, aislado y enfermo, espera la decisión final de Israel
La Mukata, la antigua prisión militar del periodo colonial británico en Palestina, amenaza con convertirse en la tumba de Yasir Arafat. Además de su prisión, ya es un pequeño hospital. El presidente palestino, de 74 años, envejecido y enfermo, resiste entre ruinas a la espera de que Israel decida entre eliminarlo o deportarlo. Encerrado en la Mukata por el Ejército israelí desde diciembre de 2001, sólo disfruta de intimidad en su escueto dormitorio, de seis metros cuadrados, mientras comparte las nueve habitaciones restantes con sus colaboradores y miembros de los servicios de seguridad, unas 250 personas. En la residencia no hay una sala para comer o descansar propiamente dicha. La gran mesa de las reuniones del Gobierno palestino sirve, al acabar, para las comidas o las cenas.
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