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Columna
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Carga sucesoria

Pienso en la actualidad de esta semana que concluye como en una herencia. No sólo porque sus argumentos hayan sido mortis causa -lo son la mayoría de los que calificamos de noticia-, sino porque en el centro de los más significativos se encuentra el hueso de la sucesión, de la transmisión; y por lo tanto el de la responsabilidad de los que buscan el relevo y pasan el testigo.

La muerte de Manuel Ríos a la salida de un partido tendrá más causas, pero, a mi juicio, está conectada fundamentalmente con los valores que hoy dominan el fútbol: la excepcionalidad y la competitividad. Todo en ese deporte es otra cosa, desde las cuentas hasta los papeles de la extranjería, pasando, por qué no, por las apologías y los actos violentos. Todo se rige por un régimen especial, que no es difícil confundir con la impunidad, compuesto de silencios, vistas gordas, tolerancias, tratos preferentes, intocabilidades varias. Y es además cada vez más cierto que en el fútbol sólo sirve ser el mejor y sólo cuenta ganar, con los consiguientes (a)tributos de ambiciones, endiosamientos, discriminaciones y frustraciones disparatadas. Eso es lo que se percibe y lo que se recibe desde la infancia. Lo que se consolida por transmisión educativa y mediática. Y al ejemplo del fútbol escolar me remito una vez más, por verlo demasiado a menudo como calco en miniatura del otro: rivalidad y trato de favor disparatado, y claro, frustraciones en la misma proporción. No diré la culpa, pero sí la responsabilidad por la muerte de Manuel Ríos alcanza a quienes fomentan la persistencia y la herencia de esos valores. A quienes se rasgan las vestiduras del fútbol siempre reversiblemente, con velcro.

Se echan de menos en Euskadi, entre tanta voz pública, voces propias contra esos transmisores de violencia

De la noticia de la detención de 34 presuntos miembros de ETA, subrayo también la materia sucesoria, resumida en la palabra captación, y en la responsabilidad primera, principal, de quienes siembran a conciencia en la conciencia de otro, normalmente mucho más joven, la semilla de esa discordia arrasadora, incompatible con las mejores potencialidades de lo humano, incluida la felicidad.

Se echan de menos en Euskadi, entre tanta voz pública, voces íntimas en este sentido, voces propias contra esos transmisores de violencia. Palabras como las que sirven para concluir la película Recuerdos de la realizadora mexicana Marcela Arteaga que acabo de ver en el Festival de Cine Latinoamericano de Biarritz. Se trata de un estupendo documental sobre la memoria cruzada de la guerra civil española y del Holocausto. Una de las protagonistas resume así su experiencia, su conflicto y su esfuerzo moral: "Podemos perdonarles que hayan matado a nuestros hijos, pero no podemos perdonarles que hayan hecho a nuestros hijos matar".

Se echa de menos aquí la publicidad de discursos como éste, que cuestionen desde dentro la usurpación hereditaria de la inocencia. Faltan palabras interiores, con conocimiento de causa, como las del poeta palestino Mahmud Darwix, que en uno de los escenarios más sangrantes y constantes de la actualidad, donde más explícito resulta el carácter sucesorio de la violencia, se enfrenta con esta lucidez y esta pureza a la herencia de los fusiles: "¿Le diré a mi madre la verdad, que tengo otros hermanos, hermanos que cuelgan otra luna de mi balcón, hermanos que tejen con sus agujas un manto de margaritas?"; "Nos gana el deseo de llorar por alguien que ha muerto por lo ya muerto"; "Sin la pistola la flauta se mezclaría con la flauta"; "De noche nos parecemos a nosotros mismos, y la estrella de la apariencia nos consumirá"; "Si me planteara las cosas gritaría en la noche del búho: ¿seguro que mi padre era ese tipo que me hacía cargar con el peso de su historia?"

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Se echa de menos la noche del búho. Un grito íntimo enfrentándose a quienes organizan el paso del testigo de la violencia, captadores de la inocencia ajena, especialistas de las herencias a beneficio de inventario, de esas que sólo dan para sus deudas. ¿Seguro que ese tipo era mi aliado?

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