La madurez del 'e-learning'
La formación 'on line' consume el 16% del presupuesto de las empresas españolas, según Apel
La formación a través de Internet ha dejado de ser una novedad. Cuatro años después de que se pusieran en marcha las primeras experiencias de e-learning [educación electrónica] en España, y pasada ya la crisis que sufrieron las empresas puntocom, el mercado se acerca a la madurez. El último informe de la asociación de proveedores de e-learning Apel constata el ahorro que supone este tipo de educación: aunque la formación on line supone el 16% del presupuesto que las empresas dedican a reciclar a sus empleados, su peso es del 20% de las horas impartidas.
En España existen 161 empresas que venden productos y servicios de e-learning: desde plataformas tecnológicas y contenidos hasta proyectos a medida de cada empresa. Sólo el 7,2% de las compañías de más de 200 trabajadores ha utilizado este canal para actualizar los conocimientos de sus empleados.
La asignatura pendiente de este sector siguen siendo las 'pymes'. Sólo un 0,2% de ellas ha implantado estas políticas en la compañía
Experiencias piloto
El estudio se basa en las respuestas proporcionadas por 3.765 usuarios potenciales, 625 usuarios actuales y 103 proveedores. De las compañías que han hecho algo en este terreno, sólo el 24% tiene la formación on line plenamente implantada. El 33% está desarrollando una estrategia en este campo tras una experiencia piloto y otro 42% se encuentra aún en una fase experimental.
Casi el 20% dio este paso para llegar de forma rápida a los empleados y poco más del 10% lo hizo por ahorrar. Otras razones alegadas por las compañías entrevistadas fueron llegar a toda la plantilla, probar nuevas metodologías, facilitar la actualización de contenidos o crear hábitos tecnológicos. El 67% del total de las empresas se muestra satisfecho con la experiencia.
"El mercado crece lenta pero irreversiblemente", asegura el informe, que reconoce cierto retraso de España en esta cuestión. Los autores de esta investigación explican este atraso por diferentes razones. La primera es de índole tecnológica: la escasa penetración de Internet. Pero también las hay culturales -falta de cultura de autoformación y entender la formación como un gasto más que como una inversión- y políticas -falta de resultados de las políticas encaminadas a aumentar el desarrollo tecnológico-.
A pesar de ello, más de la mitad de los encuestados (56%) considera que el presupuesto destinado a esta partida de formación aumentará en los próximos dos años, mientras que un 33% asegura que éste se mantendrá estable. Sólo el 4% cree que la inversión en formación on line disminuirá en ese periodo.
En cuanto a la demanda de este tipo de formación, los cursos de informática, productos propios de cada empresa, idiomas y recursos humanos son los más extendidos. Para la mayoría de ellos, las empresas prefieren combinar la enseñanza on line y presencial, lo que se ha dado en llamar blended learning.
La asignatura pendiente del sector siguen siendo, según datos de la encuesta, las pequeñas y medianas empresas. Sólo el 0,2% de ellas han impartido formación on line a sus empleados.
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