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Día de tormenta en el fútbol inglés

Los internacionales amenazaron con no jugar en Turquía si la FA no levantaba la sanción a Ferdinand, mientras avanzan las investigaciones por violaciones

El fútbol inglés vivió ayer otro día de pesadilla. Mientras los jugadores de la selección se resistían a deponer su revuelta por la suspensión cautelar de Rio Ferdinand por saltarse un control antidopaje, la policía prolongaba la detención preventiva de un jugador del Leeds acusado de atacar sexualmente a una mujer de 20 años y en Londres detenía a un conocido organizador de fiestas por su relación con la presunta violación colectiva de una joven de 17 años por siete jugadores de la Premiership.

Mientras los estudiosos y los aficionados se lanzaron ayer a una polémica irreconciliable atacando o defendiendo indistintamente a la Asociación de Fútbol (FA), a Ferdinand, o a los seleccionados que amenazaban con no jugar el sábado en Estambul en un partido decisivo para la clasificación de Inglaterra o de Turquía en la Eurocopa del año que viene, la policía mantenía un absoluto bloqueo informativo sobre la detención de un jugador del Leeds.

La policía de West Yorkshire se limitó a anunciar que había decidido prolongar por otras 12 horas la detención de uno de los dos hombres acusados de violar a una joven de 20 años, sin aclarar si se trataba del jugador del Leeds o de una segunda persona no relacionada con el fútbol. Un segundo jugador fue interrogado el martes sobre el asunto pero puesto en libertad. El futbolista que permanecía anoche en comisaría fue identificado ayer por dos periódicos. El presunto ataque a una joven tuvo lugar el lunes por la noche en una carretera, a 12 kilómetros de Leeds.

Pero la atención de los medios británicos se centró ayer en el cisma que separa a la FA y los 24 jugadores convocados por Eriksson para jugar el sábado en Turquía. Los jugadores dieron el martes por la noche carta blanca a un comité de cuatro representantes (Beckham, Campbell, Owen y James) para que tomaran medidas para forzar la reincorporación de Ferdinand, incluida una huelga salvaje.

A última hora de la tarde los jugadores resolvieron jugar en Turquía sin Ferdinand. La FA había amenazado con apartarlos de la selección si se negaban a viajar a Estambul e intentó lanzarles en contra a la afición asegurando que Inglaterra será descalificada por la UEFA y eliminada de la Eurocopa de Portugal si no juega. La UEFA se vio obligada a hacer pública una nota matizando esa afirmación. La reglamentación faculta al Comité de Control y Disciplina a elegir entre tres posibilidades si un equipo no se presenta a un partido sin causa justificada: darle el partido por perdido, descalificarlo del torneo o "tomar cualquier otra medida disciplinaria que le parezca apropiada".

La afición parece dividida entre quienes opinan que los jugadores hacen bien en defender a Ferdinand porque al ser apartado de la selección se le ha declarado culpable antes de ser juzgado y quienes creen que en asuntos relacionados con el dopaje la Asociación de Fútbol tiene que actuar con tolerancia cero. Mientras el mundo del fútbol tiende más bien a simpatizar con los jugadores, los medios se decantan más por la mano dura y denuncian que el caso es mucho más serio de lo que parece.

La prensa se plantea muchas preguntas sobre el comportamiento del jugador, que se saltó un control antidopaje el 23 de septiembre y lo explicó después como "un olvido" porque ese día se mudaba de casa, pero también sobre la aparente apatía de su club, el Manchester United, que no hizo nada por subsanar el problema hasta dos días después.

Los diarios se preguntan por qué el Manchester no se aseguró de que el central pasaba el control, que debe realizarse en presencia de un médico o un fisioterapeuta del club en lugar de un representante de la Oficina Independiente de Muestras como ocurre en otros deportes. También se preguntan por qué no llamaron de inmediato al jugador al saber que se había marchado sin entregar una muestra de orina. O por qué tuvo tiempo de pasarse por el gimnasio a hacer pesas y también para ir de compras a una conocida tienda de Manchester a pesar de que estaba tan atareado con la mudanza. O qué misterioso mal sufría en el hígado que le impidió jugar el anterior partido de Inglaterra, ante Macedonia, y qué medicamentos tomó para superarlo.

Pero los jugadores de Inglaterra creen que el defensa más caro del país (42 millones de euros) y uno de los mejor pagados de la Premiership -140.000 euros a la semana- ha sido condenado sin juicio. Muy pocos creyeron que la huelga se materializaría porque le habrían dado un disgusto enorme a la afición y les costaría muchísimo dinero tanto a la FA como a los jugadores. Por si las moscas, Ferdinand les ha pedido que no hagan huelga por él.

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