Oliveira da la razón a Ronaldinho

Profundamente religioso -es miembro de los atletas de Cristo- y muy amable tanto con la prensa como con los aficionados. Éstas son las dos primeras características de Ricardo Oliveira, un brasileño humilde con ganas de demostrar que no fue casualidad ser el mejor artillero de la pasada Copa Libertadores.

Cuestionado en las primeras jornadas por su falta de pegada, Oliveira, de 23 años, cambió su destino una noche en Estocolmo: la del 24 de septiembre. Soltó un zurdazo a la escuadra que le liberó de la ansiedad. Marcó su primer gol oficial con el Valencia ante el AIK Solna, en la Copa de la UEFA, y a partir de ahí todo le ha ido rodado: mojó ante el Madrid en Mestalla y repitió anoche en el Camp Nou.

El Valencia sólo pagó a su club de procedencia, el Santos, medio millón de euros por el traspaso. Una ganga porque el delantero terminaba en enero su contrato con el Santos.

Una sola vez ha sido internacional Oliveira: el año pasado, en un amistoso en Corea, pero le sirvió para ganarse el cariño del crack del Barça, Ronaldinho, que lo ha puesto por las nubes: "Oliveira es un gran goleador. Golpea muy bien la pelota con las dos piernas". Y a fe que lo dejó ayer patente en ese zapatazo con la izquierda que sorprendió a Víctor Valdés.

Certificado su buen disparo con ambas piernas, Oliveira se despojó de su camiseta en el descanso y, claro, se la intercambió con Ronaldinho.

El caso es que Oliveira ya no fue el mismo desde entonces: jugó sin chispa y Benítez le envió a la ducha en el minuto 63. Se quedó en el banquillo, se puso a comer pipas y recibió las felicitaciones entre bromas de Aimar, que no actuó por las molestias que arrastra en los isquiotibiales.

Sí participó Ronaldinho, pero estuvo muy vigilado por la tela de araña de Benítez. Al menos un par de valencianistas le cayeron encima cada vez que tocó el balón. Y más que nadie Albelda, que se empleó con su vigor habitual.

Por si fallaba éste, los centrales -Marchena y Ayala- salieron implacables al corte. Un Ayala que jugó su primer partido con el Valencia este curso tras su pulso con el club para que le subieran la ficha. Y lo hizo con su contundencia acostumbrada. Excelente en el juego aéreo.