_
_
_
_
Entrevista:Ramón Núñez | LA CIENCIA Y LA CULTURA

"La ciencia es ante todo espíritu crítico"

Ramón Núñez (A Coruña, 1946) dirige los tres museos de ciencia que han convertido a la ciudad gallega en un centro internacional de referencia en la museística de divulgación científica. Para este reposado provocador lleno de ideas, la ciencia debe quitarse el complejo de ser la hermana pobre de la cultura. "Cuando propusimos hacer la Casa de las Ciencias en La Coruña (en mi boca, si hablamos castellano, no ponga A Coruña) nos decían que los ayuntamientos no tienen competencias en ciencia. ¿Que un ayuntamiento puede tener una banda municipal, organizar unos juegos florales de poesía y patrocinar la ópera pero no divulgar la ciencia? ¿Pero esto qué es? Ahora, visto desde la distancia, creo que hay un antes y un después en la divulgación de la ciencia desde que el Ayuntamiento de La Coruña se interesó por ello". En una ciudad de 250.000 habitantes los tres museos de ciencia reciben 700.000 visitantes al año, más que los espectadores del Deportivo.

"La cultura implica todo, y es un arma para conocer y comprender el mundo"
Más información
Arqueólogos del futuro

PREGUNTA. Usted ha formado parte de varios congresos cuyo lema es

Ciencia es cultura.

¿Considera que es algo que es necesario reivindicar todavía?

RESPUESTA. Las páginas de ciencia de este periódico, y de todos, están en la sección de sociedad y hay otra sección que se llama cultura. ¿Es un convencionalismo? Probablemente. Cuando hablas a la gente de la cultura, recuerdan a los artistas, a la gente de cine, a los músicos; es muy difícil que piensen en los científicos.

P. ¿Cómo es el diálogo ciencia-cultura?

R. Trabajoso, pero creo que no se trata de repetir lo de Snow de las dos culturas. Lo que me molesta es que sigamos tan fieles a los esquemas curriculares basados en una división de asignaturas, de letras o de ciencias, separar la física, la química, la historia... Eso es el mayor daño que se puede hacer. Por eso en los museos coruñeses, aunque se llamen museos científicos, no hay ningún pudor en colocar obras de arte, cine, música o literatura. La cultura es como el vino, que tiene por lo menos 400 componentes distintos. Si destilas el vino, y separaras esos componentes, puedes tener un destilado muy bueno, pero eso ya no es vino. Si se destila la cultura y se aísla la poesía, la pintura o la ciencia, ya no es cultura. La microbiología sin historia no es cultura. Y la poesía y la música sin ciencia, tampoco. La cultura implica todo, y es un arma para conocer y comprender el mundo.

P. ¿Esa idea ha calado en la sociedad? Un científico que no sabe quién es Italo Calvino es un ignorante, pero un literato que en la cena dice "divide tú, que yo soy de letras", hace un chiste.

R. En muchos casos sí, pero eso no serían más que pruebas de analfabetismo por las dos partes. El analfabetismo científico es analfabetismo puro y simple. Creo que ayudaría a salvar esas diferencias introducir la historia de la cultura, la historia de la ciencia, dentro de los curricula desde secundaria, incluso de antes.

P. Carl Sagan decía que nunca hemos dependido tanto de la tecnología y nunca el analfabetismo científico ha sido tan grande. ¿Está de acuerdo?

R. Bueno, yo dudo cuando se dicen estas cosas. Creo que la gente nunca supo tanta ciencia como sabe hoy, pero se trata de una ciencia distinta de la que se examinan. Los chavales hoy saben un montón de cosas de ordenadores, de informática, cosas relacionadas con la ciencia que no han visto en la escuela. Un aficionado a las setas sabe un montón de botánica y un aficionado a la astronomía, de astronomía. Parcelamos los conocimientos científicos de maneras muy diversas pero, en general, se sabe bastante ciencia.

P. Lo que sí que hay, y una prueba de ello es el éxito de estos museos, es interés por la ciencia.

R. La gente demanda conocimientos, quiere saber. ãAquí en la Domus sacamos una publicación sobre vacas locas y se agotó, convocamos unas jornadas sobre células madre, y esto se puso de bote en bote. Lo que pasa es que a veces parece que no interesa que la gente sepa mucho más. Cuanto más inculta sea la gente más manipulable es, en todos los sentidos. A veces tengo el sentimiento de que no se quiere que la gente sea crítica, que eso es molesto. Porque la ciencia lo primero que vende es espíritu crítico.

P. ¿Cómo surgió la idea de llevar la ciencia a su ciudad?

R. En 1983 yo me dedicaba a la enseñanza, pero ya estaba poniendo en crisis todo el sistema educativo en el aspecto científico. Toda la enseñanza de las ciencias, tal como se manejaba en la escuela, para mí era un cúmulo de insensateces. Todavía hoy, en general, la educación científica que se recibe en las escuelas no sólo no ilusiona, no sólo no fomenta la curiosidad ni el escepticismo ni el pensamiento crítico ni la creatividad, sino que a muchos chavales les quita las ganas de inclinarse por la ciencia.

P. Y pasó de enseñar a 40 a enseñar a 700.000.

R. Bueno, sucedió un hecho que no deja de ser casual, y es que Francisco Vázquez, elegido alcalde en 1983, había sido compañero de colegio y era amigo mío. Un día me preguntó que si querría hacerme cargo del tema de educación en el Ayuntamiento de La Coruña. Entonces yo vi un mundo abierto y empecé a trabajar como director del Servicio Municipal de Educación. En el primer programa electoral de Paco Vázquez ya estaba la creación de un museo de la ciencia. Un día me preguntó: "Moncho, ¿qué podemos hacer con el palacete de Santa Margarita?". Entonces le dije: "Quizá un museo interactivo de ciencias... en el cañón de la escalera colocamos un péndulo de Foucault; la cúpula podía ser un planetario, en una de las plantas podíamos tener la colección de Víctor López Seoane (un naturalista gallego) y otra dedicarla a módulos experimentales...

ya abrieron uno en Barcelona, si quieres vamos a verlo". Vimos el Museo de la Caixa, el primero de ese tipo que se hizo en España, y ahí comenzó todo.

P. ¿Son museos de ideas?

R. Frente a los museos objetuales, donde el interés está en los objetos de una colección, en estos museos el punto de partida es una idea que se quiere comunicar o hacer pensar acerca de ella. Pero lo más importante es que son lugares que tienen que provocar preguntas. El museo ideal es aquel que consigue descolocar al visitante, que la gente salga con más preguntas de las que llevaba, con ganas de saber más.

Ramón Núñez (A Coruña, 1946).
Ramón Núñez (A Coruña, 1946).LALO R. VILLAR

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_