La propiedad intelectual concentra el interés de la reunión anual de Hispalinux
Marcelo Branco manifestó en el congreso que el presupuesto destinado a erradicar el hambre de 22 millones de brasileños es menos de la mitad de lo que se paga a las empresas por sus licencias de 'software'
Cientos de linuxeros celebraron la semana pasada el sexto congreso anual organizado por Hispalinux, la principal organización española de software libre, con 6.000 socios entre sus filas. El reciente canon sobre los CD concentró el interés de sus asistentes, así como todo lo que signifique licencias.
El software libre, y Linux como su buque insignia, han trascendido los límites de la informática para convertirse en un movimiento que trata de extender la filosofía del conocimiento abierto, compartido y colaborativo a otros ámbitos, dicen los responsables del congreso. Prueba de ello es una mayor presencia de asistentes no especializados, según los datos del gabinete de prensa, y una mayor atención dedicadas a cuestiones legales sobre propiedad intelectual. En total 2.000 personas pasaron por el congreso.
Provenientes de Sudamérica Diego Saravia, profesor de la Universidad de Salta (Argentina), y Marcelo Branco hicieron alegatos contra el software propietario que, en su opinión, perpetúa la dependencia tecnológica de sus países respecto al Norte. "El presupuesto destinado a erradicar el hambre de 22 millones de brasileños es menos de la mitad de lo que se paga a las empresas por sus licencias de software", señaló el brasileño Branco. En torno a una mesa redonda sobre los derechos de autor se reunieron Jorge Cortell, profesor de la Universidad Politécnica de Valencia; Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas; Eneko Lacunza, antiguo coordinador de la plataforma Sincanon; y el abogado Cristóbal Prieto, asistente de Hispalinux.
Cortell estuvo en un extremo: "El copyright y los derechos de autor son lo mismo y no hacen falta". El profesor aboga por la supresión de las sociedades de gestión; mientras que otras posturas, más moderadas, reconocen la necesidad de unos derechos mínimos que protejan a los autores. Mauren O'Sullivan, abogada irlandesa, promueve ante la UNESCO el desarrollo de una ley de vigencia internacional que proteja al software libre debido a que la licencia copyleft "tiene debilidades legales".
Desde una postura más pragmática, Víctor Domingo señaló el camino iniciado por la AI con su denuncia contra la discográfica Warner por el uso de sistemas anticopia en el último CD de Alejandro Sanz. Domingo anunció que su asociación ha decidido apoyar la campaña Devolvamos el Ataque, que promueve boicotear la compra de discos en esta primera quincena de octubre. La AI mostró su satisfacción por una edición por parte de Warner del disco de Sanz sin sistema anticopia.
Con o sin canon, con o sin Kazaa, la piratería musical va a seguir creciendo en los próximos cinco años. Según Informa Media Group las pérdidas de la industria discográfica por la copia de CD y la descarga de canciones gratis en la Red alcanzará los 4.700 millones de dólares en 2008, frente a los 2.400 millones en 2003. Sharman Networks, la compañía del software Kazaa (utilizado para compartir archivos), ha presentado una demanda en la que acusa a las casas discográficas de utilizar versiones no autorizadas de su software en sus esfuerzos para descubrir usuarios.
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