La mitad del gasto se destina a financiar partidas sociales, en las que se incluye un fondo humanitario

El gasto social absorberá el próximo año prácticamente la mitad de todo lo previsto por el Estado. A este cometido, que acoge las principales funciones públicas, como educación, pensiones, sanidad o vivienda, se destinarán 109.028,77 millones de euros, el 49,4% del total de gasto. Este volumen es algo superior al del año pasado, cuando el gasto social acaparó el 48,3% del presupuesto. Las partidas de gasto social avanzarán un 6,8% en 2004.

Dentro de este capítulo, el apartado que más crece es el destinado a pagar prestaciones por incapacidad temporal de los trabajadores: un 14,9%. También por encima de la media avanza el gasto en políticas para fomentar el empleo (8,8%) y en pensiones (7,1%). Los gastos en los servicios generales de la Seguridad Social aumentarán un 6,5%.

La actividad productiva e inversora del Estado, incluida la Seguridad Social y los organismos autónomos, supondrá un 10% del total presupuestado, con un crecimiento del 2,2% con respecto a las cuentas de 2003. No obstante, esta actividad pierde peso sobre el total de gasto, al caer una décima con respecto a las cuentas de 2003. Dentro de este capítulo, crecen un 6,6% las actuaciones estrictamente inversoras -las infraestructuras avanzan un 6,4%, y la investigación, un 7,3%-, mientras que caen un 1,3% los gastos destinados al desarrollo de los distintos sectores económicos. En este apartado, descienden un 12% las subvenciones al transporte y un 0,8% el gasto en industria y energía.

Los gastos de administración general del Estado -abarcan justicia, defensa, seguridad ciudadana e instituciones penitenciarias, exterior y administración tributaria- crecen un 5,2% con respecto a 2003. Este apartado representa el 7,1% de las políticas de gasto, el mismo porcentaje del año pasado. El 21,3% del gasto se transfiere a otras administraciones públicas (comunidades y ayuntamientos).

El límite de gasto, 220.516,67 millones de euros incluye el fondo de contingencia, una especie de hucha que se creó el año pasado para gastos imprevistos, y que asciende al 2% del gasto total, equivalente a 2.345 millones de euros. Este fondo, que representa un 1,1% del gasto, servirá en 2004 para financiar proyectos humanitarios, misiones de paz e incluirá las partidas que el Estado deberá traspasar a los ayuntamientos para compensar la supresión del impuesto de actividades locales (IAE) al 90% de las empresas, que hasta ahora recaudaban las corporaciones locales. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, rehusó aclarar si este fondo incluirá compromisos de financiación para reconstruir Irak.