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Reportaje:

Ayala tensa su pulso

El defensa sigue sin jugar y presiona así al Valencia para que le aumente el sueldo

Como en uno de esos feroces duelos que mantiene con los delanteros, Ayala le ha echado un potente pulso al Valencia. El vacío de poder que vive el club de Mestalla, sin ningún dirigente con capacidad de liderazgo, tiene consecuencias como ésta: nadie quiso hace un mes traspasar a Ayala al Madrid y ahora todos se arrepienten de no haberlo hecho. Desde que empezó el campeonato, Ayala, defensa argentino de 30 años, trata de sacar tajada económica de la oferta madridista y del desgobierno de Mestalla. Pide un aumento de sueldo mientras practica el absentismo laboral: no ha disputado ninguno de los cuatro partidos de Liga, pero sí actuó con la selección argentina. A la vista, el encuentro ante el Madrid del sábado en el que la participación del capitán de la selección argentina se antoja difícil. Ayer, además, se descartó para la cita de mañana en Suecia ante el AIK Solna de la Copa de la UEFA (20.30, Canal Nou). Alega molestias en los isquiotibiales. Sin embargo, se entrenó con aparente normalidad en los sprints y en el golpeo de balón. Como curiosidad, Ayala es un experto en combatir las lesiones musculares: después de cada sesión, estira pacientemente cada mínimo músculo de su cuerpo. Parece un contorsionista.

El argentino trata de sacar tajada económica de la oferta madridista y del desgobierno de Mestalla
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Ayala amplía hasta 2007 su contrato con el Valencia

El valencianismo esperaba que Ayala se apuntara a la expedición de hoy a Suecia, sobre todo después de que el otro central experimentado, Pellegrino, se lesionara el sábado en el Calderón ante el Atlético: luxación de hombro. Pero nada. Ayala se marchó de Paterna con cajas destempladas. Su representante, Gustavo Mascardi, acababa de rechazar una propuesta valencianista de ampliación de contrato por dos años más. El jugador, que termina contrato en 2005, cobra 1,2 millones netos por temporada. Y el club, acechado por un agujero económico, le ofrece un mínimo incremento: 1,3 millones. "La actitud del Valencia ha sido mezquina y especuladora. Si no quisieron que se marchara al Madrid, al menos que haya una compensación", protestó en la Cadena Ser el intermediario, que aclaró que Ayala sólo volverá a jugar cuando se encuentre "al 100%". No está dipuesto a arriesgar una lesión mayor y su representante recordó que ya se perdió el pasado Mundial de Corea y Japón por haber forzado demasiado.

El desencuentro de Ayala con Mestalla comenzó cuando el central argentino advirtió que no llegaba la mejora de salario que algún directivo le había prometido. La crisis financiera le pilló en medio. Se sintió engañado y, en verano, declaró que le encantaría firmar por el Barça, que se había interesado por él. Descartado en el Camp Nou por demasiado caro, el jugador se agarró a la oferta del Bernabéu. Pero tampoco. A pesar de que el Valencia habría conseguido en la negociación al deseado Eto'o, delantero del Mallorca, la directiva temió enfrentarse a su hinchada por haber reforzado la zaga madridista.

Ayala se ha revalorizado en Valencia desde que llegara, en verano de 2000, procedente del Milan. El club valenciano pagó por él 3,6 millones, lo que se consideró poco después una ganga, habida cuenta del rendimiento del argentino, nombrado mejor defensa de la Champions en el ejercicio siguiente. El precio del traspaso fue bajo por dos motivos: en el Milan, Costacurta le había cerrado el paso; y, en segundo lugar, su pasaporte italiano presentaba muchas dudas. Tantas, que la federación española le retiró el año pasado su condición de comunitario y lo inscribió como extracomunitario. Su juego en España ha estado teñido de excesos: excelentes actuaciones (marcó el gol del título de Liga 2002 ante el Málaga), grandes pifias (una de ellas ante el Depor excluyó a su equipo de la Champions en 2001-2002) y feas entradas que le dieron fama de duro.

Natural de Paraná, Ayala fue padre a los 16 años y capitán de Argentina a los 22. Sus compañeros lo respetan mucho. Los rivales, no digamos. Salió de la cantera de Ferrocarril Oeste, pasó por el River Plate y jugó tres años en el Nápoles. En su familia todos fueron centrales: su abuelo, su padre, su hermano y él, quien más lejos ha llegado. A ver hasta dónde le lleva este pulso.

Ayala, durante un partido con el Valencia.
Ayala, durante un partido con el Valencia.JOSÉ JORDÁN

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