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El gasto publicitario del Gobierno de CiU se ha multiplicado por siete en esta legislatura

En 2002 el Ejecutivo presupuestó 4,4 millones de euros para campañas y finalmente invirtió 30,5

El Gobierno catalán ha disparado en el tramo final de la legislatura el gasto en publicidad, que se ha multiplicado por siete en cuatro años y ha llegado a cotas hasta ahora inimaginables: en el ejercicio de 2002, el Ejecutivo gastó en publicidad y propaganda 30,5 millones de euros (5.000 millones de pesetas), según la liquidación del presupuesto que el Gobierno ha remitido a la Sindicatura de Cuentas, cuando en el presupuesto que aprobó el Parlament constaban sólo 4,4 millones. El Departamento de Presidencia, dirigido por el conseller en cap, Artur Mas, ha gestionado el 80% de todo el gasto publicitario.

Una portavoz del Departamento de Economía explicó ayer que algunas de las campañas publicitarias iban "vinculadas a la prestación de un servicio concreto" y por esta razón no se preveían en el capítulo de publicidad cuando se presentó el presupuesto de 2002, que fue aprobado con los votos de Convergència i Unió (CiU) y el Partido Popular (PP). La misma portavoz justificó que Presidencia gestione la mayor parte del gasto publicitario por la reordenación que sufrió el organigrama del Gobierno con la creación del cargo de conseller en cap, en 2001.

Según la liquidación del presupuesto de 2002 que el Ejecutivo ha remitido a la Sindicatura de Cuentas, el Gobierno catalán dedicó a publicidad 30,5 millones de euros: 24,4 fueron gestionados por Presidencia y 6,1 por el resto de los departamentos.

La partida del presupuesto dedicada a publicidad y propaganda -la 226.3- nunca había sido tan cuantiosa. En esta legislatura se ha multiplicado por siete: en 2000, el gasto en publicidad que recoge la liquidación del presupuesto fue de 4,4 millones de euros, cifra que ascendió a 8,5 millones de euros en 2001 y en 2002 saltó hasta 30,5 millones de euros.

A falta todavía de la liquidación de 2003, se prevé que el gasto en publicidad será todavía superior este año. El secretario general de Comunicación del Gobierno, Marc Puig, insinuó ayer en declaraciones a Ràdio Barcelona que se situará en torno a 40 millones de euros.

'Fem créixer el futur'

Puig aseguró que la polémica campaña Fem créixer el futur a Catalunya ha costado al erario público dos millones de euros, una cifra que ayer todos los partidos de la oposición consideraron poco creíble por demasiado baja. Pero Puig apostilló que esta campaña supone aproximadamente el 5% del gasto del Ejecutivo en publicidad previsto, lo que sitúa la cifra para 2003 en torno a 40 millones de euros (6.600 millones de pesetas).

En la liquidación de 2002, la partida de propaganda y publicidad supera la de otros apartados importantes del presupuesto. Por ejemplo, la aportación del Ejecutivo para la creación de guarderías fue de 13,6 millones de euros -la mitad que en publicidad-, la ayuda al Tercer Mundo se quedó en 9,8 millones de euros y las partidas para todos los consejos comarcales sumaron 25 millones de euros, según consta en la liquidación presupuestaria entregada a la Sindicatura de Cuentas.

En 1999, el año en que se celebraron las últimas elecciones autonómicas, el gasto publicitario del Gobierno de CiU también aumentó considerablemente -se dobló con respecto al ejercicio anterior-, pero se situó en cifras muy inferiores a las actuales: pasó de 6,4 a 12,8 millones de euros, cuando en el proyecto presupuestario constaban sólo 2,3 y 2,1 millones, respectivamente. La cantidad que el Gobierno de CiU destinó a publicidad el anterior año electoral supone sólo el 25% de lo que gastará en esta ocasión.

Para conocer el coste global de la publicidad institucional de la Generalitat hay que esperar siempre a la liquidación del presupuesto entregado a la Sindicatura de Cuentas porque los datos que contiene el proyecto que llega al Parlament raramente se asemejan a las cifras que acaban siendo definitivas. Además, el Ejecutivo sólo informa con cuentagotas sobre el coste individualizado de sus campañas y los datos que ha remitido al Parlament no siempre han sido completos. El diputado de Esquerra Republicana (ERC) Joan Ridao lleva años persiguiendo sin éxito toda esta información.En la legislatura pasada Ridao presentó varias preguntas parlamentarias para conocer el coste de las campañas de publicidad del Gobierno catalán. Aunque no obtuvo la información completa que posteriormente refleja la liquidación entregada a la Sindicatura, sí logró por lo menos la cuantía dedicada a algunas campañas concretas.

En esta legislatura, no obstante, la información reunida por Ridao ha sido mucho menor. Siguiendo el mismo procedimiento, el Ejecutivo únicamente le ha remitido la lista de las campañas y se ha negado a detallar su coste en las respuestas parlamentarioas del 22 de octubre de 2002 y del 29 de enero de 2003.

Ridao y el presidente de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Joan Saura, volvieron a criticar ayer el "uso partidista" de recursos públicos en favor de la candidatura de Artur Mas y lo consideraron "indecente". Ambos mostraron su malestar por las cuñas publicitarias de su nuevo libro, La Catalunya emergent (Planeta), cuyo mensaje coincide con la gran campaña institucional Fem créixer el futur a Catalunya.

El contenido de las cuñas del libro -que se emiten en radio y televisión- fue decidido por el gabinete del conseller en cap, según explicó a este diario un portavoz de Planeta. Ni la editorial, ni el Gobierno, ni CiU han precisado hasta ahora quién costea la promoción de este libro, que se presentará la semana próxima.

Ayer, el Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC) -organismo creado por el Parlament para velar por la legalidad en materia audiovisual- encargó un informe jurídico, que servirá de base para esclarecer si el libro puede considerarse propaganda política o no.

En su reunión de ayer, el CAC ya empezó a debatir a propósito de la publicidad del libro en televisión y radio. La sesión, según coincidieron distintos asistentes, fue tensa -los consejeros designados por CiU se encastillaron en su defensa del anuncio- y derivó en un solo acuerdo: la petición del mencionado informe jurídico.

A pesar de no lograr una postura conjunta inmediata, fuentes del consejo aseguraron que existe "voluntad de llegar a un acuerdo". Las mismas fuentes explicaron que hay dos temas en discusión. Por una parte, el CAC debe juzgar si la cuña en sí misma puede ser interpretada como propaganda política realizada a las puertas de unas elecciones, y por otra, si su contenido vulnera la ley. Los consejeros partidarios de que así es hallan "inadmisible" el uso del término futuro en el anuncio, "porque entronca con la campaña institucional" que ha lanzado recientemente el Gobierno catalán.

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