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Camps propone un pacto social en torno a las leyes de ordenación del territorio que ultima el Consell

El presidente quiere introducir la protección del paisaje en la nueva regulación urbanística

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, expresó ayer su voluntad de lograr un pacto social sobre el modelo territorial valenciano en torno al paquete legislativo que ultima el Consell y que pretende remitir para su discusión a las Cortes Valencianas antes de Navidad. Camps, que aseguró que "la Comunidad Valenciana ha crecido urbanísticamente mucho y ha crecido bien" en los últimos años, manifestó su voluntad de aglutinar el mayor número de voluntades en una defensa del territorio compatible con el crecimiento. El Gobierno prepara tres leyes y otras modificaciones puntuales.

"No queremos leyes que se pongan en marcha por mecanismos coercitivos, sino que sean un compromiso de todos", afirmó el presidente de la Generalitat. Este propósito tendrá ahora que concretarse en la ley de Ordenación del Territorio y Protección Paisajística, la Ley de Suelo no Urbanizable y la Ley Reguladora de la Actividad Urbanística que han de fijar en "la protección y recuperación del paisaje el límite de todo crecimiento urbanístico", según los objetivos fijados por el propio Consell. Este paquete legislativo, probablemente, estará acompañado de otras modificaciones legales mediante la ley de acompañamiento de los Presupuestos de la Generalitat para 2004.

Francisco Camps manifestó su intención de que estas iniciativas legislativas aglutinen "a las diferentes fuerzas políticas, económicas, sociales y culturales" para impulsar "una nueva ética medioambiental" donde "la protección del paisaje actúe como eje de la planifícación del territorio". El deseo del responsable del Consell es que la preservación de los espacios naturales sea compatible con el desarrollo urbanístico y la construcción de viviendas.

El paquete de leyes que ultima la Consejería de Territorio y Vivienda, que dirige Rafael Blasco, introduce, por primera vez, medidas proteccionistas que abarcan no sólo los espacios protegidos y parques naturales sino los paisajes; intenta corregir los abusos de la LRAU que ha permitido a los agentes urbanizadores abusar de los pequeños propietarios; y plantea una nueva redacción de la ley del Suelo No Urbanizable.

Según fuentes de la Consejería de Territorio y Vivienda, el proyecto de ley de Ordenación del Territorio y Protección Paisajística parte de conceptos diferentes a los heredados del anterior responsable, el también consejero José Ramón García Antón, ya que incluye un paquete de medidas especificamente dedicadas a la protección del paisaje e incorpora las nuevas directrices de la Unión Europea y del Estado que refuerzar los instrumentos de protección medioambiental.

Las medidas que prepara esta consejería prevén también, entre otras medidas, la creación de corredores verdes junto a las carreteras más importantes de la Comunidad Valenciana; medidas para recuperar el patrimonio histórico medioambiental de los municipios.

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Francisco Camps, ayer, en la presentación del plan de reforestación para Chiva y Buñol
Francisco Camps, ayer, en la presentación del plan de reforestación para Chiva y BuñolJORDI VICENT

Plan urgente para Chiva y Buñol

El consejero de Territorio y Vivienda, Rafael Blasco, presentó ayer un plan urgente de restauración medioambiental de la zona afectada por el incendio registrado en los términos de Chiva y Buñol el pasado 28 de agosto y que se dio por extinguido oficialmente el 2 de septiembre. Sólo 11 días después, la Generalitat ha presentado un plan, evaluado en cuatro millones de euros que prevé la reforestación de 850 hectáreas de matorral y monte bajo -de las 1.707 calcinadas- con un total de 1.020 especies autóctonas y que tiene en cuenta también las medidas para propiciar el asentamiento de la fauna típica de los bosques mediterráneos. Otras 137 hectáreas, que eran de arbolado, se someterán a observación en espera de que la reforestación se produzca de manera natural en los próximos dos años, mientras que el resto corresponde a escorrentías y barrancos y no tendrán un tratamiento especial.

Blasco explicó que se trata de una zona muy castigada que ha sufrido incendios de importancia durante los años 1991, 1993, 1994, 2000 y 2001. Entre las medidas previstas en el plan se ha incluido la construcción de barreras anti-erosión en una superficie de 137 hectáreas con la madera quemada, que será cortada; así como la construcción de balsas (cubiertas y descubiertas) y refugios para animales.

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