Un avión con 26 años de antigüedad
La avioneta Beechcraft 200 que se estrelló el jueves en el mar a poco más de una milla de la costa de Madeira llevaba transportando viajeros desde 1977. Sin embargo, para el responsable del área de aeropuertos y navegación del Colegio Oficial de Pilotos de Aviación Civil (COPAC), Luis Ortega, la antigüedad "no dice mucho" acerca de la seguridad de la aeronove. "Suponemos que el aparato siniestrado cumplía los requisitos de mantenimiento y todos los estándares del avión eran suficientemente altos para poder operar", aseguró ayer a Efe. Sin embargo, Ortega, que ha volado en numerosas ocasiones a Funchal afirmó que "para este tipo de aeronave y con ese número de pasajeros el trayecto entre Madeira y Málaga era muy largo".
El Beechcraft 200, que posee unos motores de 850 caballos es una de las avionetas más utilizadas del mundo en vuelos charter de hasta nueve pasajeros.
Ortega señaló, además, que el aparato siniestrado, al tener matrícula estadounidense, podía ser tripulado por un solo piloto, a diferencia de la legislación española que exige que todas las operaciones aéreas comerciales se realicen por dos pilotos por razones de seguridad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.