Aspirantes a gato

Andares felinos y sinuosos para moverse, agazaparse, cantar y bailar dentro de las calles sucias de una gran urbe de cartón piedra. Más de 600 bailarines y cantantes de toda Europa y Latinoamérica sueñan estos días con conseguir un papel en la obra musical más aclamada de todos los tiempos y que aterrizará en Madrid el próximo 17 de diciembre: Cats. Parte de las audiciones se celebraron ayer en el teatro Coliseum, en la Gran Vía. Y hasta allí acudieron centenares de jóvenes con un único sueño: subirse en diciembre al escenario caracterizados como gatos callejeros.

El musical Cats, que se despidió definitivamente del público de Londres el pasado mayo, está inspirado en los versos del cuento de T. S. Eliot Old possum book of practical cats, del año 1939. La obra lleva más de 20 años recorriendo los escenarios de todo el mundo. Su canción más conocida es Memory, que se interpreta al final de la representación. La versión que llega a España está basada en el original que se representó en Londres y, según sus responsables, es un musical "con mucha improvisación". "Cats es un musical para toda la familia, como La Bella y la Bestia. No buscamos actores conocidos para representarla", explica Daniel Mejías, responsable de comunicación de la productora Cie Stage Holding, encargada del montaje de la obra en España y de otro de los grandes musicales actualmente en cartelera: El Fantasma de la Ópera.

"Buenos días, chicos. Ahora mismo empezamos. Poneos un poco más adelante". La británica Chrissie Cartwright, encargada de elegir al elenco español de Cats, anima al grupo de jóvenes que se acaban de subir a la tarima a demostrar sus mejores cualidades. Un pianista interpreta en directo la primera melodía que suena en Cats para que los bailarines vayan aprendiendo la coreografía. Cartwright será, además, la directora y coreógrafa de la adaptación española. "Buscamos gente muy joven que sepa cantar, bailar y actuar muy bien. Y que, sobre todo, estén muy ilusionados", explica Cartwright.

Ilusión, desde luego, no falta entre los aspirantes a los 30 o 35 futuros gatos que se eligen estos días. Hay gente que ha llegado de Alemania o México para ver cumplido su sueño. La prueba de baile es fundamental en esta audición: si no se supera, los aspirantes no pasan a la de canto. Tras la lista de aprobados, caras de angustia y de decepción, alegrías y puñetazos al aire. Empiezan a sonar los móviles para transmitir las buenas o malas noticias a la familia. Luis y Nayeli han pasado la prueba. Los dos respiran tranquilos y no es para menos. Han venido desde Monterrey (México) a hacer las pruebas y lucen una sonrisa de oreja a oreja. "Nos enteramos de la audición y, ¡órale¡, pues aquí estamos", comentan con una tranquilidad pasmosa, como si hubiesen venido desde Parla.

Adán, procedente de Tarragona, lleva un sombrero vaquero, y no se corta al calificar a Cats como "una clase de Einstein". "Es una locura, lo mejor para aprender", dice bastante emocionado. Adán todavía no puede vivir de su sueño: el baile. Mientras llega su momento artístico, trabaja como camarero y en el sector de la construcción. Él también ha pasado a la prueba de canto.

En cambio, Noemí Pérez ha llegado tarde y ha perdido su oportunidad. "Es que estoy trabajando en la teleserie Un paso adelante y no podía salir antes", se justifica. La audición es muy estricta con los horarios para evitar desbarajustes entre tanta gente y el último grupo ya ha pasado al escenario. "No importa. Otra vez será", dice Noemí mientras, con cara de resignación, se aleja del escenario.