Inversiones más arriesgadas

En agosto, y por octavo mes consecutivo, el patrimonio de los fondos de inversión españoles ha crecido en limpio -suscripciones menos reembolsos y sin tener en cuenta la apreciación de los mercados- en algo más de 2.000 millones de euros, con lo que el aumento acumulado en los ochos meses transcurridos del ejercicio 2003 llega ya prácticamente a los 15.600 millones de euros, un 9,1% más que en diciembre de 2002. Parece que los ahorradores particulares empiezan a estar más dispuestos a elevar su nivel de riesgo.

Los expertos dicen que empieza a ser el momento de tomar posiciones en renta variable, tal vez no de forma drástica, pero sí paulatinamente

Los fondos de inversión, en todas sus categorías -muy especialmente en renta variable-, han abandonado las pérdidas, lo que sin duda está animando a los partícipes a recolocar su ahorro en estos productos. Aunque todavía los particulares mantienen en el conjunto del año un perfil claramente conservador, en agosto sus preferencias se han orientado claramente hacia la renta variable.

De los 3.200 millones de euros que en este mes, en términos brutos, han entrado en los fondos de inversión, más de 1.000 millones de euros han ido a parar a los fondos de renta variable. Estos productos acumulan, en promedio, una rentabilidad en los ocho primeros meses del año del 11,8%, más de 10 puntos porcentuales por encima de la que ofrecen los Fiamm, productos que, sin embargo, también siguen siendo uno de los destinos preferidos del inversor nacional. En concreto, los fondos de dinero, con un rendimiento promedio en enero-agosto del 1,1%, han captado en el pasado mes estival 870 millones de euros, un 27% del total.

A pesar del empuje que en los dos últimos meses de verano han recibido los fondos de renta variable -dentro de esta categoría algunos instrumentos están revalorizándose en porcentajes que llegan a superar el 50%, con bastantes por encima del 15%-, a 31 de agosto, y según datos de Ahorro Corporación, su peso en el conjunto patrimonial se mantiene por debajo del 10% frente al más del 30% que acaparan los Fiamm.

Un buen cóctel

Como si de un buen cóctel se tratara, los inversores también parecen decantarse en agosto por los fondos de renta variable mixta. Algo más de un 19% del nuevo ahorro se ha dirigido a estos productos que combinan riesgo con seguridad. Su rentabilidad en los ocho primeros meses del año se sitúa ya, en promedio, en el 4,6% frente al 3,1% que ofrecen los fondos de renta fija mixta que, sin embargo, sólo han recibido en el último mes veraniego un 1% de dinero nuevo.

Los fondos garantizados -de media rentan en el año entre el 1,2% para los de renta variable y el 3,5% para los de rendimiento fijo- dejan de ser uno de los destinos preferidos de los inversores en el último mes (un 3,9% del patrimonio total incorporado) mientras que los puros de renta fija siguen captando nuevos clientes, y ello a pesar de que sus rentabilidades se están quedando muy distanciadas de las que ofrecen otros activos.

Bajo este telón de fondo, los partícipes, que bien porque diseñan sus carteras de forma anual, bien porque aún están escaldados con las pérdidas acumuladas en los últimos años, bien porque están esperando a que la tendencia alcista de los mercados bursátiles se consolide, deberían ir planteándose si ha llegado o no el momento de abandonar, reducir o limitar las posiciones en fondos más conservadoreas para pasar a asumir algo más de riesgo, con el objetivo de obtener mejores rentabilidades.

Según los expertos, "empieza a ser el momento de tomar posiciones en renta variable, tal vez no de forma drástica, pero sí paulatinamente. Los inversores deben plantearse tener un mínimo del 15%-30% de su patrimonio en acciones (fondos) de los diferentes mercados. Los tipos de interés sin riesgo han bajado mucho y no se puede esperar que las inversiones vinculadas a ellos (Fiamm o renta fija) ofrezcan más allá de rentabilidades mínimas, que no cubrirán la inflación. La renta variable ya ha empezado a despuntar y, aunque aún quedan muchas incertidumbres económicas que resolver, no parece precipitado que los inversores decidan cambiar sus perfiles de conservadores a algo más arriesgados".

Las apuestas más seguras, a juicio de los técnicos, deben "dirigirse hacia fondos de gestión alternativa, que mantienen como objetivo lograr una rentabilidad determinada (un punto, dos puntos, tres o cuatro sobre el Euribor) asumiendo riesgos pequeños (entre un 3% y un 5%) de perder capital y hacia los fondos vinculados a valores con altas rentabilidades por dividendo".

Vistazo al futuro

Para finalizar, el último informe de Ahorro Corporación señala que "para el último cuarto del año se espera un mantenimiento en el ritmo de crecimiento en el patrimonio de los fondos de inversión, incidiéndose en las líneas en las que se ha apoyado el sector en los meses precedentes, sobre todo en los fondos garantizados. También es previsible que se dinamicen los traspasos, ya que, en breve, se automatizará y simplificará el procedimiento". De hecho, a partir del próximo 1 de octubre se pone en marcha un sistema automático, que anulará la necesidad actual de mandar faxes solicitando los traspasos entre entidades.

Según esta gestora, "la cifra de crecimiento anual podrá estar comprendida entre los 25.000 y los 30.000 millones de euros, un incremento entre el 15% y el 17% sobre saldos de fin de 2002. Se rompería así la cadena de descensos patrimoniales de los tres primeros años del nuevo siglo".

Para terminar, el estudio advierte de que "todo esto queda ya para octubre, pues en septiembre suelen producirse los efectos post-vacacionales y la vuelta al colegio, en los que como consecuencias se notan una falta de recursos líquidos y un cierto retraso en las decisiones de inversión".