El tornado arrancó en Dénia 300 árboles y dejó pérdidas millonarias
Los afectados piden ayuda económica para reparar los destrozos
Coches aplastados, muros caídos, unos 300 árboles arrancados y tejados destrozados es la huella que ha dejado el tornado en Dénia y Pego. Las fuertes rachas de viento, de una velocidad de entre 170 y 240 kilómetros por hora, arrasaron mobiliario urbano y propiedades particulares. El Ayuntamiento de Dénia espera contabilizar las pérdidas esta semana, mientras los afectados exigen ayuda económica.
Algunas zonas del casco urbano de Dénia (Marina Alta) presentaban ayer una estampa desoladora. Los técnicos municipales y personal voluntario se emplearon a fondo para limpiar de escombros algunas casas y dejar libre de árboles las calles. La zona del Poliderpotivo de Dénia fue la más afectada por el vendaval. Los vecinos afectados mostraron ayer su preocupación porque "de momento" asumirán los primeros gastos de reparación. "A ver quién nos paga estos destrozos, el Ayuntamiento de momento ha dicho que ellos no pagan", comentó irritada una vecina afectada.
El Ayuntamiento de Dénia continúa evaluando las pérdidas económicas sufridas por el tornado que azotó el municipio y que, según el primer recuento, arrancó alrededor de 300 árboles. La alcaldesa de Dénia, la socialista Paqui Viciano, reconoció a Efe que todavía "no hay un balance de las pérdidas ocasionadas por este fenómeno meteorológico que ha tenido una especial incidencia en los bienes públicos e inmuebles privados" situados a lo largo de los 20 kilómetros de línea costera. La alcaldesa confía que entre el lunes y el martes podrá disponer de información más precisa sobre los daños en zonas públicas y en particulares para, posteriormente, ponerse en contacto con técnicos de la Generalitat para valorar exhaustivamente la situación y la posibilidad de recibir ayudas del Consell.
Los funcionarios efectuaron un recuento del estado del mobiliario urbano y de los edificios municipales, y las pérdidas "no han sido tan graves" como para que se planteara "en ningún momento la posibilidad de pedir que la localidad sea declarada como zona catastrófica".
La prioridad es restablecer lo antes posible la normalidad y eliminar los obstáculos (en su mayor parte árboles, postes y vallas) que puedan obstruir caminos vecinales o vías secundarias. La alcaldesa también comentó que los centros escolares no sufrieron daños por la fuerza del viento y que, como estaba previsto, el curso dará comienzo el lunes "con normalidad". En cuanto a la segunda población más afectada por el tornado y el temporal, Pego, el Ayuntamiento sí estudia la posibilidad de pedir la declaración de zona catastrófica por los daños causados, especialmente, en la agricultura, ya que los campos de naranjos han sufrido cuantiosas pérdidas por el granizo. El viento causó algunos daños en el centro escolar local, aunque desde el Consistorio se confía en que no haya problemas para el inicio del curso el lunes.
Mientras la Marina Alta intentaba recobrar la normalidad, una tormenta decargó con fuerza en el litoral norte de Castellón. La fuerte tromba de agua, que sorprendió de madrugada a los vecinos, provocó el corte de la carretera CV-140 en el término municipal de Peñíscola. La primera tormenta se desató entre las 4 y las 4.30 de la madrugada en la zona comprendida entre Alcalà de Xivert, Peñíscola y Benicarló; luego, sobre las seis de la mañana volvió a registrarse en el Baix Maestrat un intenso aguacero que anegó algunas calles y bajos comerciales.
Estas tormentas son consecuencia de la situación de inestabilidad que en los últimos día ha afectado a la Comunidad Valenciana, que en esta ocasión se transformaron en tormentas ocasionales de corta duración. A consecuencia del agua caída, ha quedado cortada la carretera CV-140 que discurre entre las poblaciones de Benicarló y Peñíscola, entre los kilómetros 1 y 5, dentro del término de esta última población.
Los bomberos realizaron achiques en dos urbanizaciones de Peñíscola, población en la que también estuvo cortada hasta las 10 de la mañana la calle de Valencia por inundación.
Peligro latente de 'gota fría'
El Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante informó ayer de que las últimas precipitaciones registradas no han reducido el riesgo de que se puedan producir episodios de "gota fría" en la Comunidad Valenciana.
El responsable del laboratorio, el catedrático Jorge Olcina, explicó a Efe que el mar Mediterráneo sigue teniendo una temperatura de entre 27,5 y 29 grados centígrados frente a las costas de Alicante, Castellón y Valencia. Las últimas lluvias y mínimos descensos en los termómetros han causado que el agua se haya enfriado "muy ligeramente" respecto a los registros del pasado agosto pero, advirtió Olcina, "sigue estando muy caliente" y, por lo tanto, el riesgo de gota fría sigue "latente". Según los datos del Laboratorio de Climatología, el sector marítimo que queda frente a las costas de la Comunidad Valenciana es, al día de hoy, "el más cálido" de todo el Mediterráneo occidental.
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