¿Es de Bécquer o apócrifo?
Una investigación sobre 'Unida a la muerte' no convence a los que dudan de su autenticidad
"Bécquer es el poeta español más leído y lo es tanto por lectores ingenuos como por los más cultivados. El propio éxito de su obra, su enorme difusión y su capacidad de sugestión anima a imitaciones. La historia de los apócrifos de Bécquer no está acabada, pero hay textos suyos que están por recuperar. Seguimos sin unas obras completas de Bécquer". Jesús Rubio, profesor de Literatura Española de la Universidad de Zaragoza y director de la revista El gnomo, hace estas consideraciones a raíz de una investigación del profesor Miguel Ángel Pineda, que ha vuelto a suscitar la polémica sobre la autoría del relato Unida a la muerte, encontrado en una librería de viejo en 1999 por Antonio Rodríguez Almodóvar y Félix Morales y publicado en Algaida.
Pineda, profesor de Lengua Española de la Universidad de Sevilla, ha aplicado la estadística para determinar si esta leyenda es de Bécquer. "La estadística es un clásico en el campo de la lingüística, pero en España, que yo sepa, no se ha utilizado para identificar una obra como perteneciente a un autor. En Francia sí se ha hecho", comenta. El profesor expone la conclusión de su análisis: "Unida a la muerte no es diferente a otras leyendas de Bécquer. No hay diferencia léxica".
El procedimiento que ha seguido se puede sintetizar así: Ha creado una base de datos con el conjunto de las 18 leyendas no discutidas al que ha añadido Unida a la muerte y La voz del silencio. Con ese material ha establecido un corpus léxico becqueriano de casi 90.000 palabras y ha calculado la frecuencia de vocablos que aparecen tanto en el conjunto de las leyendas como en cada una de ellas por separado. "Desde el punto de vista estadístico no se puede decir que Unida a la muerte no sea de Bécquer", insiste.
Para Rubio, no es suficiente: "A medida que tengamos corpus léxicos de los escritores podremos colgar textos a un autor. Con habilidad se pueden escribir obras que no se salgan del estilo de Bécquer. Creo que éste es uno de tantos textos apócrifos que se acogen al nombre del poeta sevillano". Rubio señala que el de Pineda puede ser un argumento, "pero hace falta más". Y añade: "De los becquerianistas más conocidos, ninguno se ha inclinado por admitir la atribución por falta de argumentación seria. No se trata de empecinamientos; en estos asuntos la actitud fundamental es la prudencia. No es cuestión de creer o no creer".
El poeta Rafael Montesinos, uno de los que más polemizó en su momento, sigue siendo de la misma opinión "mientras no se demuestre lo contrario": que el relato es una más de las falsificaciones que hizo el editor Fernando Iglesias Figueroa en los años treinta. Montesinos publicó en 1970 en la revista Ínsula una relación de las leyendas y rimas que éste falsificó. También conocía el texto de Unida a la muerte el profesor Joan Estruch. " Su estilo no me parecía propio de Bécquer y pensé en escribir un artículo, pero descubrí que Antonio Risco ya lo había señalado como apócrifo en un libro que publicó en Taurus 1982", cuenta.
Estruch, que esgrime que Unida a la muerte contiene tres palabras (diván, firmán y otomana) incorporadas al español después de Bécquer, prefiere no pronunciarse: "No puedo opinar hasta que no lea el estudio, pero creo que las coincidencias de palabras no determinan nada. Aunque si alguien ha descubierto un método científico para determinar la autoría de obras literarias, ya tenemos aclaradas las grandes incógnitas de la literatura española. Espero que se aplique al Quijote de Avellaneda, al Lazarillo de Tormes, La Celestina o el Poema del Mio Cid", ironiza.
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