Donald H. Davidson, filósofo del lenguaje
Donald H. Davidson, filósofo cuyos complejos pero penetrantes conocimientos sobre temas como el análisis lingüístico y la naturaleza de la verdad influyeron en una generación de pensadores, falleció el 31 de agosto en Berkeley, California, a los 86 años. Davidson nos ha legado un conjunto de ensayos destacados que escribió a lo largo de cuatro décadas, durante las cuales fue profesor en veinte universidades de Estados Unidos y del extranjero. En el momento de su muerte era profesor emérito de la Universidad de California.
En uno de los temas más recurrentes de su pensamiento y de sus escritos, Davidson amplió la noción wittgensteiniana de que el intercambio social es la base del lenguaje y del conocimiento, una tesis que se opone a la idea cartesiana, dominante durante mucho tiempo, de que la mente de un individuo podría por sí sola conocer el mundo. Thomas Nagel, profesor de Derecho y Filosofía en la Universidad de Nueva York, ha declarado que la teoría presentada por Davidson de que la comunicación con los demás define la realidad proporcionó una atractiva respuesta a la famosa declaración de "pienso, luego existo" planteada por Descartes. Nagel considera que esta afirmación cartesiana había desconcertado durante mucho tiempo a los filósofos, al plantear "el problema egocéntrico", lo que estableció el escenario para siglos de debate epistemológico y metafísico. Las respuestas de Davidson, expresadas, más que en libros, casi completamente en artículos breves y precisos, pero intelectualmente densos, lo convirtieron "ciertamente en uno de los filósofos más importantes del periodo de posguerra", declaró Nagel el martes.
Davidson fue alumno y discípulo intelectual de W. V. Quine, considerado uno de los filósofos más influyentes del siglo XX por su teoría del lenguaje, entre otras teorías de interés. "Estoy convencido de que Davidson superó a Quine", declaró el filósofo Richard Rorty en una entrevista concedida el martes. "Quine le ayudó a despegar, pero él desarrolló el material proporcionado por aquél de maneras extraordinariamente originales".
Davidson acuñó términos que sirven para expresar ideas complejas. Uno de ellos fue el de "triangulación". El triángulo está formado por el individuo, todas las demás personas, y el universo no humano. El lenguaje y el pensamiento se crean mediante la interacción de los tres. Otro término fue el de "monismo anómalo", la noción de que la mente y el cuerpo son diferentes y que, al contrario de lo que opinan muchos filósofos, la mente no se puede reducir a procesos físicos.
Donald Herbert Davidson nació el 6 de marzo de 1917 en Springfield, Massachusetts, y pasó sus primeros años de ciudad en ciudad porque su padre, ingeniero de profesión, cambiaba de un trabajo a otro. Cuando él tenía 9 o 10 años, la familia se instaló en Staten Island. En el instituto leía a Nietzsche y a Kant, cuando no estaba haciendo excelentes maquetas de aviones. Obtuvo una beca para Harvard, donde el filósofo A. N. Whitehead se convirtió en su mentor. Empezó especializándose en inglés, después se pasó a la literatura comparada y, finalmente, a los clásicos y la filosofía. Convenció a Harvard de que le permitiera montar Los pájaros, de Aristófanes. Su amigo y compañero de clase Leonard Bernstein, con quien tocaba el piano a cuatro manos, compuso una pieza original para la producción.
Después de titularse por Harvard en 1939, se trasladó a California y escribió guiones de radio para Big Town, protagonizada por Edward G. Robinson. Volvió a Harvard con una beca de doctorado en filosofía que simultaneó con estudios de empresariales que más tarde abandonaría.
Se enroló en la Armada durantes tres años y medio; después intentó sin éxito escribir una novela antes de volver a sus estudios de filosofía y doctorarse en esta especialidad en 1949. Su tesis doctoral versó sobre el Fileo de Platón, un diálogo entre Sócrates y Fileo, una larga defensa de la superioridad de la actividad intelectual sobre el placer físico.
El primer puesto de Davidson como profesor fue temporal, en el Queens College, y siguieron puestos permanentes en Stanford, Princeton, la Universidad Rockefeller, la Universidad de Chicago y Berkeley. Entre los muchos honores recibidos se incluye el haber sido elegido presidente de la Asociación Filosófica Estadounidense en 1985.-
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