Pujol afirma que seguirá activo tras abandonar la presidencia
Cuando deje la presidencia de la Generalitat, a finales de este año, Jordi Pujol no tiene ninguna intención de convertirse en un jubilado. Ayer volvió a dejarlo claro en un acto en el Colegio de Abogados de Barcelona: "Lo que haré no lo sé, pero lo que no haré es dejarlo", aseguró Pujol hablando del "enamoramiento" que tuvo por Cataluña siendo todavía adolescente y que dice conservar impoluto. "Haré lo que me toque hacer; quiero seguir siendo un servidor de Cataluña", añadió.
Pujol intervino visiblemente emocionado durante el acto de presentación del libro Jordi Pujol. Una vida dedicada a construir Catalunya (Editorial Mediterrània), de Antoni Plaja i Mateu. Al autor le agradeció la "mirada amable" del libro -"es un libro objetivo", dijo riéndose, "pero rezuma afecto"- y agradeció, impresionado, el retrato que hizo de su figura el presidente del Parlament, Joan Rigol, quien prologa el libro. Rigol no dudó en situar a Pujol en el altar de la historia del catalanismo.
En presencia de su esposa, Marta Ferrusola, de varios consejeros de su Gobierno -Núria de Gispert, Antoni Fernández Teixidó, Carme Laura-, del síndic de greuges, Anton Cañellas, y de una nutrida representación de diputados y cargos de CiU, Pujol recordó que había llegado a la política a través del fer país y subrayó que se sentía con fuerzas y ánimo como para mantenerse activo en defensa de sus ideales tras ceder la presidencia.
"Últimamente trato de defenderme de un ambiente de liquidación", explicó Pujol con pose pícara. Y añadió que piensa seguir en primera línea: "No sé hacer otra cosa que servir a mi país", apuntó, a modo de irónica excusa.
Pujol se siente un político atípico. En varias ocasiones incluso llegó a afirmar, ante la mirada incrédula de varios de los asistentes, que es "un político poco político", con lo que les insinuó que le será fácil readaptarse de nuevo al campo del fer país, del que procede. Y, según dijo, se considera "hipercrítico" con él mismo, razón por la cual descarta escribir sus memorias. Entre los defectos que dice tener como político mencionó uno que suele considerarse una virtud: se considera poco sectario.
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