El presidente y el sucesor resuelven la bicefalia con el reparto entre Ejecutivo y partido

José María Aznar y Mariano Rajoy han escenificado, con su retiro este fin de semana en la finca de Quintos de Mora para ultimar la sucesión, cómo entienden y pretenden encarar la bicefalia en el PP. Regresaron anoche a Madrid a las 20.30 horas.

Se trata de que las decisiones estén acordadas entre ambos con un doble objetivo: que Aznar ejerza con toda autonomía como presidente del Gobierno hasta el último día y que Rajoy tenga en sus manos la maquinaria del partido para ganar las elecciones de marzo. Y, antes de eso, lograr los mejores resultados posibles en las tres citas autonómicas previas: Madrid el 26 de octubre, donde el PP quiere ganar por mayoría absoluta; las catalanas de noviembre, en las que pretende continuar con la mejora de las municipales de mayo, y las andaluzas, que podrían o no coincidir con las generales.

La bicefalia se resuelve así con un reparto de papeles entre Gobierno y partido, y con la máxima proyección de Rajoy en la escena nacional. Ésta quedará amplificada, además, porque en los próximos meses el presidente tiene una agenda internacional muy cargada de viajes. Por ejemplo, no estará en España durante la última semana de la campaña de las elecciones de la Comunidad de Madrid porque en esas fechas asistirá a la conferencia intergubernamental de Roma. Esperanza Aguirre, su candidata para Madrid, ha dicho que quiere contar con el apoyo tanto de Aznar como del sucesor.

Comité electoral

El nombramiento del candidato como secretario general del PP, que deberá votar mañana la Junta Directiva Nacional, como máximo órgano del partido entre congresos, podría dejar abierta la puerta a cambios en el organigrama popular. Pero esto, en principio, no ocurrirá.

Lo más relevante, según fuentes del PP, es que quede claro quién manda y, además, que la preparación de las elecciones generales exige la puesta en marcha de un comité electoral. Rajoy presidió ese comité en las elecciones de 2000, las que dieron la mayoría absoluta al PP, y es posible, según dirigentes del partido, que el candidato pida a alguna de las personas que colaboraron en ese equipo que vuelva a hacerlo.

Fuentes del PP destacan, entre ellos, a Pío García Escudero, ahora concejal en el Ayuntamiento de Madrid. García Escudero, además, fue el coordinador de la campaña electoral del pasado mayo y conoce bien el funcionamiento del aparato de Génova (la sede del PP), pues hasta hace dos meses era el coordinador de Organización del partido. Salió del aparato de Génova para dedicarse de lleno al Ayuntamiento, pero la preparación de las elecciones de marzo exigirá, según el PP, un esfuerzo adicional. La elección de ese comité de campaña, en todo caso, no tiene que producirse esta semana.