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El Gobierno regional convoca nuevas elecciones para el 26 de octubre

La sexta legislatura de la Asamblea de Madrid sólo ha durado 81 días

El próximo 26 de octubre, los madrileños volverán a las urnas para elegir un nuevo Parlamento y Gobierno regional. Así lo proclamó ayer el presidente autonómico en funciones, Alberto Ruiz-Gallardón. Pero, pese a la tormenta estival desatada por los tránsfugas, los votantes encontrarán pocos cambios en la propuesta electoral. Y es que los tres principales partidos que competirán en los comicios han optado por el continuismo en sus listas de candidatos y en sus programas. Donde sí habrá cambios será en los lemas de campaña, ya que todos ellos aludirán de una forma u otra a lo sucedido.

Tras la crisis provocada por los diputados tránsfugas Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, los partidos volverán a presentarse a las elecciones. Rafael Simancas, candidato del PSOE al Gobierno regional y secretario de los socialistas madrileños, explicó ayer que en su lista intentará incorporar "personas de reconocimiento social", aunque no quiso avanzar nombres. Añadió también que la candidatura será elaborada por el PSOE madrileño y refrendada por el Comité Federal.

Pero dada la complejidad del sistema que emplean los socialistas para elaborar sus candidaturas (debates en las agrupaciones, Comité de Listas, Comité Ejecutivo Regional, Comité de Listas Federal...) tendrán que darse prisa para poder presentar a tiempo la lista, ya que el 20 de septiembre acaba el plazo para hacerlo. Por eso acortarán el sistema de formación de la candidatura para que dure menos de un mes.

Simancas explica que su formación hará hincapié durante la campaña en la "defensa de la legitimidad democrática". También incidirá en que Madrid necesita un "urbanismo limpio" y presentará al PSOE como el partido que puede lograrlo.

El PP, por su parte, no prevé modificar la candidatura electoral que presentó en los pasados comicios de mayo, según fuentes de esta formación política. Tampoco cambiará el programa electoral, "excepto algunos retoques". Desde el PP se aseguró ayer que Esperanza Aguirre, la candidata de esta formación, mantendrá su promesa de las últimas elecciones de dimitir a los dos años, en caso de ser elegida presidenta regional, si en ese tiempo no reduce a menos de un mes la lista de espera para intervenciones quirúrgicas.

Eduardo Cuenca, responsable de procesos electorales de IU-Madrid, explica que, en principio, la coalición no proyecta cambios en la lista de candidatos que concurrirá a los comicios del 26 de octubre. No obstante, la última palabra la tendrá el Consejo Político Regional de IU, que se reúne el 11 de septiembre.

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"No vemos necesario hacer variaciones ya que nuestra candidatura es creíble, con diputados a los que los madrileños han visto trabajar y aportar cordura durante los hechos de este verano y que, además, no se ha visto salpicada por ellos", añade Cuenca. Tampoco se plantean cambiar el programa electoral, aunque sí cargar más las tintas en dos aspectos claves: la necesidad de regeneración democrática para evitar la corrupción y la exigencia de mayor transparencia y control en los asuntos urbanísticos.

"Haremos también hincapié en la modificación de algunos artículos de la Ley del Suelo para impedir que, como ocurre ahora, todo el suelo residual pueda ser urbanizable. Deben seguir existiendo huertas y terrenos que, al no ser urbanizables, queden libres de los intentos especulativos", matiza el responsable de procesos electorales.

Lo que sí quiere cambiar Izquierda Unida es su lema de campaña. "Debe de ser diferente al de mayo, porque se ha producido una grave crisis institucional. Estamos reflexionando sobre cuál será el mejor mensaje que englobe la actitud de IU sobre lo sucedido", concluye Cuenca.

El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, se mostró ayer convencido de que los ciudadanos "darán una lección" al PP el próximo mes de octubre en las elecciones a la Comunidad de Madrid, y espero que la izquierda "sepa galvanizar la crispación y ofrecer propuestas de regeneración". Según Llamazares, el PP "ha demostrado que no tiene fiabilidad, que manipula, miente, desinforma..., pero la oposición debe ganar credibilidad, eso supondría un avance".

Alberto Ruiz-Gallardón hizo ayer un llamamiento a los madrileños para que participen en los comicios, ya que, según aseguró, "es imprescindible para fortalecer la Asamblea de Madrid". Realizó estas declaraciones tras firmar el decreto de convocatoria electoral que pone fin a la sexta legislatura regional que, con 81 días de duración, pasa a ser la más corta de la historia de la democracia española.

"Menos participación"

Ruiz-Gallardón cree que en octubre habrá menos participación y confía en que la crisis de la Asamblea de Madrid no disuada a los madrileños de votar, sino que los "acerque" a las urnas "para que su voluntad se convierta en decisión". El presidente ha anunciado, además, una campaña para promover la participación electoral que se desarrollará del 10 al 24 de octubre.

Hasta la constitución de la séptima legislatura, en los 25 días siguientes a la publicación de los resultados electorales, estará en funcionamiento la Diputación Permanente con 37 miembros titulares (18 del PP, 15 del PSOE, 3 de IU y 1 del Grupo Mixto) y otros 37 suplentes con igual composición.

El presidente en funciones de la Comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón, firma el decreto de convocatoria de nuevas elecciones.
El presidente en funciones de la Comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón, firma el decreto de convocatoria de nuevas elecciones.RICARDO GUTIÉRREZ

La legislatura más corta

El pasado 10 de junio, la Asamblea de Madrid inició la VI legislatura. Con un 53% de diputados que por primera vez pisaban el Parlamento regional, y con una izquierda que sólo superaba en un escaño al PP, la legislatura se presentaba apasionante. Y lo fue, pero en una dirección que nadie sospechaba.

Dos diputados elegidos en las listas electorales del PSOE, Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, no acudieron al pleno de designación del presidente de la Asamblea, lo que permitió que el PP se alzase con este puesto oficial aprovechando la ausencia de los tránsfugas. Había estallado así la crisis política más importante de la Comunidad de Madrid desde su creación.

La Comisión de Investigación que se creó para intentar descubrir las razones que llevaron a los dos diputados socialistas a traicionar a su partido se cerró sin que, ni siquiera, el pleno -por falta de mayoría de los grupos parlamentarios - pudiese aprobar las conclusiones que cada partido había sacado de la comisión. El texto redactado por el PP obtuvo 55 votos favorables (los de sus diputados) y 56 en contra (los de los representantes del PSOE e IU, además de Tamayo y Sáez).

La disolución de la Asamblea obliga a convocar unas nuevas elecciones, que le costarán al erario público casi diez millones de euros. Pero según la legislación vigente, los comicios deben celebrarse exactamente 55 días después de haberse convocado, por lo que los colegios electorales abrirían sus puertas el día 23 de octubre, jueves. Por este motivo, hubo que modificar la Ley Electoral para permitir que las elecciones se celebren el domingo día 26. El portavoz adjunto del PP en la Asamblea, Luis Eduardo Cortés, afirmó que "sería muy gravoso para la sociedad madrileña que las nuevas elecciones se celebraran en un día entre semana. Habría que cerrar los colegios durante dos días y, además, se paralizaría la actividad económica en un mes especialmente importante".

De esta gigantesca crisis política, la televisión pública Telemadrid ha sido la gran beneficiada. Tanta fue la expectación que entre los madrileños provocó el escándalo político que uno de cada tres espectadores en la Comunidad llegó a seguir en los últimos días de julio las retransmisiones de la comisión.

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