Amigos y discípulos rinden el "primer homenaje" a Pierre Vilar

Los historiadores Josep Fontana y Rosa Congost, ambos discípulos del hispanista Pierre Vilar, fallecido el pasado día 7, participaron ayer en el homenaje que la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) rindió al autor de Historia de España. Jean Vilar, hijo del historiador francés, asistió al "primer acto de homenaje" en memoria de su padre, en el Palacio de la Magdalena (Santander), acompañado por su familia. "He venido a dar un abrazo a los que considero mis hermanos, pues eran hijos espirituales de mi padre", dijo refiriéndose a Fontana y Congost.

"Para mí, Vilar fue las dos cosas, maestro y amigo", dijo Fontana, catedrático emérito de la Universidad Pompeu Fabra, que mantuvo con el francés "una relación maestro-discípulo" basada en "la conversación, en las cartas, en ese intercambio directo y personal". Fontana, que imparte durante esta semana un curso en la UIMP, destacó lo aprendido "con el contacto directo con un maestro" al que le unía "un gran afecto".

Rosa Congost, catedrática de la Universidad de Girona, quiso demostrar, acudiendo al homenaje, que había "como mínimo dos generaciones de discípulos de Pierre Vilar". Congost tuvo una relación próxima al hispanista francés en sus últimos años, cuando le ayudó a transcribir y anotar su último libro, Pensar históricamente. Reflexiones y recuerdos (1995), ya que Vilar se había quedado ciego. La historiadora destacó su "generosidad con sus discípulos más jóvenes".

El rector de la UIMP, José Luis García Delgado, quiso recordar "los dos amores compartidos y compartibles" del hispanista: "Su profundo amor a Cataluña, de la que tanto nos ha enseñado, y su profundo amor a España". Según Fontana, Vilar "se volcó" en estos amores, expresados en su obra maestra, Cataluña en la España moderna, hasta "sacrificar su vida académica, ya que no eran temas que en Francia fueran rentables, y le situaron en una posición un tanto marginal".

Fontana recordó también que el hispanista francés "rechazaba el tópico de que conocer el pasado sirve para comprender el presente. Al contrario, creía que había que comprender el pasado para poder conocer el presente". Por eso, afirmó Fontana, "una historia para comprender el pasado no puede ser ésa de los reyes y las batallas". Para él, el legado de Vilar consiste en "seguir trabajando para combatir los mitos". Congost, que reconoció que su generación "aprendió el oficio de historiador a través de las lecturas de Pierre Vilar", concluyó: "El mejor homenaje que podemos hacer es leerlo".