"Este no es el momento adecuado para reformar el Estatuto, afirma Patxi López
El comité nacional del PSE fijará a primeros de septiembre la postura ante el 'plan Ibarretxe'
Patxi López (Portugalete, 1959), secretario general del PSE-EE, agota sus últimos días de vacaciones antes de enfrentarse a un septiembre cargado de electricidad política.
Pregunta. Dice que está en contra del Plan de Ibarretxe y en contra de la España centralista y uniforme del PP. ¿Cuál es la posición neta del PSE ante el Estatuto?
Respuesta. Se define con dos palabras: más Estatuto. Pensamos que el Estatuto responde a lo que quiere la gran mayoría de la sociedad vasca, que se manifiesta contraria el plan Ibarretxe y a esa España uniforme. Y no es ninguna novedad: es lo que hemos defendido siempre, un Estatuto que se desarrolle de forma total y lealmente y un modelo de España plural, en la que todas las comunidades se sientan cómodas, que puedan participar en Europa y se reforme el Senado. Esto es lo que vamos a poner encima de la mesa en septiembre frente a esos dos modelos.
"No necesitamos desmarcarnos del PP porque no hay unidad de acción con él"
"El Estado tiene resortes suficientes para atajar los planteamientos de ruptura nacionalistas"
P. El PNV les va a decir que ya tuvieron los 14 años de Gobierno socialista para completar las competencias del Estatuto.
R. Es el latiguillo que utiliza siempre el PNV, pero no tiene fundamento. En estos 25 años el Estatuto se ha desarrollado. En los años de la transición, ningún nacionalista hubiera pensado estar donde estamos hoy, tener las competencias que tenemos hoy en el País Vasco y poder decidir sobre más del 90% de la vida cotidiana de los ciudadanos. El nacionalismo es una ideología que se apunta a aquello que necesita, imponiendo nuevos hitos y que nos está llevando al abismo en estos momentos.
P. ¿El Estatuto de Gernika hay que completarlo o hay que reformarlo?, porque no ha quedado claro en las últimas manifestaciones de su partido.
R. Lo que estamos proponiendo en estos momentos los socialistas cabe dentro del Estatuto. Todavía tiene capacidad y recorrido suficiente como para que, respetando la diversidad de ideas e identidades que existen en Euskadi, la inmensa mayoría nos podamos sentir cómodos. Para nosotros no es el momento de la reforma del Estatuto, sino de desarrollarlo y de hacer algunos retoques en el modelo de funcionamiento de las comunidades autónomas.
P. Sin embargo, el simple hecho de que anuncien una alternativa al plan Ibarretxe lo ha interpretado el lehendakari como una ratificación de su tesis de que hay que cambiar le actual estatus político de Euskadi.
R. Eso es una falsedad. El lehendakari repite mucho que no hay alternativa a su plan, y no es cierto. Antes de que lo pusiera sobre la mesa, los socialistas habíamos presentado en la Comisión de Autogobierno [del Parlamento vasco] nuestro propio modelo de país, que desarrolla lo que he dicho. Lo que pasa que a él le conviene instalar esa mentira de que frente a lo suyo no hay nada. Plantear nuestro proyecto no es entrar en el juego de los nacionalistas, sino seguir defendiendo lo que hemos defendido siempre, aunque alguien nos critique por hacerlo.
P. A pesar de lo que dice, el PNV no parece perder la esperanza de que se desmarquen del PP y acepten debatir el plan del lehendakari.
R. No necesitamos desmarcarnos artificialmente del PP, porque no tenemos ninguna unidad de acción con él. El PP está intentando establecer una estrategia conjunta con el PSOE, que hemos rechazado porque no estamos ofreciendo lo mismo. La única respuesta que da el PP al nacionalismo es la pura confrontación. Nosotros, además de rechazar radicalmente los planteamientos nacionalistas más independentistas, que son los que hoy están sobre la mesa, tenemos que proponer una alternativa a la sociedad vasca. Por tanto, no hay más desmarque del PP que el de tener una ideología bien diferenciada, pero el PNV tiene que perder toda esperanza de que podamos tener un acercamiento en base a su plan. Lo rechazamos de plano, porque nos aisla de España y de Europa, nos empobrece y no da solución ni a la violencia ni a nada.
P. Pero, al desestimar una defensa conjunta con el PP de la opción estatutaria, ¿no dejan el campo libre a que el el nacionalismo siga perpetuándose al frente de las instituciones vascas?
R. Ese argumento forma parte del discurso del PP. Los socialistas vascos tenemos muy claros una serie de principios: primero, que la prioridad es la lucha por la libertad y contra el terrorismo; segundo, queremos ganar al nacionalismo y que haya una alternativa, pero liderada por los socialistas. El PP tuvo su oportunidad [en las elecciones autonómicas de 2001] y la sociedad vasca rechazó la alternativa de la confrontación.
P. ¿Pero coincide al menos con el PP en que la deriva ideológica del PNV es uno de los principales problemas que tiene planteados nuestro país?
R. Por supuesto. Pero como creo en la fortaleza del Estado de derecho, no voy a caer en el alarmismo. El Estado tiene mecanismos suficientes para responder a estos planteamientos de ruptura del nacionalismo, pero sin aprovechar esto en beneficio propio. Cuando se hace no sólo se debilita al Estado de Derecho, sino que se aglutina y se fortalece al nacionalismo en vez de debilitarlo. Lo hemos visto.
P. ¿No es contradictorio que el PSOE, con Rodríguez Zapatero al frente, avale la reforma del Estatuto de Cataluña impulsada por Pasqual Maragall y diga al mismo tiempo que de momento no hay que modificar el vasco?
R. No, porque son realidades distintas. El nacionalismo vasco ha decidido romper con el Estatuto, lo da por muerto y ha iniciado una fase de soberanía y ruptura con los pactos que pusieron en pie la autonomía en el País Vasco. Por el contrario, lo que propone Maragall es buscar el mayor consenso posible para reformar el Estatuto y para que desde Cataluña se construya una España plural. Ojalá los nacionalistas vascos plantearan lo mismo, pero lo que quieren es romper con España. Además, lo que plantean el PSC y el PSE está dentro de lo que defiende el propio PSOE: fortalecer y perfeccionar la España de las autonomías.
P. ¿Qué va a salir de la cumbre que van a celebrar a finales de mes en Cantabria Rodríguez Zapatero y los líderes del partido en las comunidades del norte.
R. Pues esto, un posicionamiento claro de todos los socialistas a favor de ese proyecto de una España plural y cohesionada. Ahora se trata de quitar la máscara a un PP que está intentando instalar otras mentiras, como que los socialistas estamos poniendo en riesgo la unidad de España. Eso no se lo cree nadie.
P. ¿Le preocupa que Aznar quiera que la campaña de su sucesor en las generales de marzo se centre en la situación vasca?
R. Profundamente, porque cada vez que el PP está en problemas utiliza lo que sucede en el País Vasco en beneficio propio. Situarlo como eje de una campaña electoral, siempre proclive a acentuar los enfrentamientos, supone perjudicar las posibles soluciones que haya que dar a lo que pasa aquí.
P. ¿Le afecta personalmente que en algunos medios se le presente como un político de débiles convicciones y dispuesto a venderse al nacionalismo?
R. A todo se acostumbra uno. Para unos soy un nacionalista peligroso y para otros estoy vendido al PP. No me preocupa en absoluto. Tengo claro lo que somos yo y mi partido: socialistas, gentes de izquierda; y vascos, gente que hace política en el País Vasco por y para los ciudadanos del País Vasco.
P. Hace año y medio sustituyó a Nicolás Redondo reivindicando la autonomía política del PSE. Sin embargo, existe la impresión de que no ha conseguido que su partido se exprese con un discurso unívoco y que las diferencias de opinión en su seno son de fondo más que de matiz.
R. El socialismo vasco siempre ha sido extraordinariamente plural. Ahora bien, cuando se utiliza esa diversidad para atacarnos y dividirnos, molesta. Las diferencias en estos momentos son más de matiz o de cómo se expresen en los medios de comunicación, porque las decisiones importantes en el partido se han adoptado prácticamente por unanimidad. Es lo que va a pasar con la propuesta que haremos los socialistas en septiembre.
P. No obstante, parece que algunos están más cómodos con la posición del PP sobre el tema vasco que con la del propio partido.
R. No lo veo así. En todo caso me molesta cuando hay algunos compañeros que expresan al cien por cien las posiciones del PP y las utilizan para criticar al partido socialista. Pero lo hacen movidos por otros intereses ajenos al debate político, porque dentro del partido no se hacen oír. El PP ofrece muchas plataformas a quien quiera operar frente o en contra del partido socialista, y algunos caen en la trampa.
P. ¿Y como secretario general no les va a llamar al orden?
R. Más que de un ejercicio de autoridad, soy partidario de que estos compañeros hagan un ejercicio de reflexión, y de hecho hablaré con ellos.
P. ¿Con Rosa Díez y con...
R. Sí, sí. Tengo prevista una reunión con ellos en los próximos días.
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