Decomisadas en el pantano de San Juan 16 barbacoas para evitar incendios

La Guardia Civil requisó ayer en el pantano de San Juan (Pelayos de la Presa) 16 barbacoas, además de interponer 24 denuncias por acampada libre. En esta zona natural de especial protección está completamente prohibido hacer fuego debido al alto riesgo de incendios. El instituto armado llevó a cabo un dispositivo especial, con más de quince agentes movilizados, y en colaboración con agentes forestales. Una operación similar ya fue hecha la semana pasada en la presa del Atazar, donde el número de infracciones fue menor, y continuará durante todo el mes de agosto.

En el pantano de San Juan, como en todos los espacios naturales de Madrid, está prohibido hacer fuego desde el año 1992 y, por supuesto, cocinar con cualquier tipo de barbacoas, pero ayer el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil denunció a 16 personas por esta razón. Seprona, en colaboración con el Cuerpo de Agentes Forestales de la Consejería de Medio Ambiente, realizará durante todo el mes de agosto diferentes operaciones similares, que incorporan a la vigilancia habitual el hecho de requisar las barbacoas. El anterior fin de semana lo desplegaron en la presa del Atazar.

El pantano de San Juan, en la localidad de Pelayos de la Presa (1.600 habitantes), a 61 kilómetros al oeste de la capital, es uno de los lugares más concurridos durante los fines de semana del periodo estival por los madrileños como alternativa a la playa, ya que es el único embalse de la región en el que está autorizado el baño. Entre sus usuarios, además de madrileños, hay muchos inmigrantes, sobre todo de Ecuador.

"Nos volvemos a casa". Ayer era la primera vez que la familia de Carlos, de 30 años, aprovechaba el domingo para pasarlo en el pantano. Fue una de las 16 personas a las que denunció el instituto armado por cocinar con una barbacoa, la cual les fue requisada. A la sombra de un árbol, muy cerca de la zona de arena, llena de sombrillas, los denunciados aseguran que no sabían que estuviera prohibido, pese a que en la carretera de acceso a la zona natural hay varios carteles que lo indican, así como en otros puntos. Carlos se enfrenta ahora a una multa de hasta 600 euros, pero, según la Consejería de Medio Ambiente, la sanción más habitual por este motivo es de 300.

Bajando por una ladera, los agentes fueron pasando de grupo en grupo repitiendo la operación. Nadie trataba de escapar a la multa. Sorprendidos, todos los excursionistas afirmaban que desconocían la prohibición.

El trabajo de la Guardia Civil comenzó a las 11.30. Los más de quince agentes motorizados del Seprona recibieron las instrucciones del alférez Vives, jefe del dispositivo, junto al embarcadero. "Primero hacemos un reconocimiento previo de la zona para hacernos notar y persuadir así a los usuarios para que no enciendan barbacoas. Si igualmente lo hacen, les ponemos la denuncia y la requisamos", explica. La actuación se coordinó con los agentes forestales, que asesoraron al cuerpo de seguridad sobre los lugares de mayor riesgo de infracción, esto es, el cerro del Yelmo, la zona del muro y la de la Virgen de la Nieves. Rodeado por una enorme superficie arbolada, la masiva afluencia de gente dificulta el trabajo de los agentes forestales y del instituto armado. "El domingo pasado pusimos varias multas por hacer fuegos, y a las seis de la tarde se produjo un incendio que quemó cuatro hectáreas", afirmó el alférez Elías, jefe de la demarcación a la que que pertenece el pantano de San Juan.

A cada paso se pueden ver alrededor del pantano los restos de carbón de una barbacoa o una parrilla. El pasado 27 de junio se produjo un incendio muy cerca del embalse que arrasó 840 hectáreas de monte. La pena por hacer fuego en estos lugares, si se llega a producir un siniestro, puede llegar hasta los 600.000 euros, además del abono de los daños causados. Además, ayer fueron multados 14 vehículos mal estacionados, una persona fue denunciada por verter basuras y otras 24 por realizar acampada libre, a pesar de que hay un cámping a muy pocos metros del embalse.

En 2002 la Consejería de Medio Ambiente, a la que son remitidas las denuncias, tramitó 228 expedientes por hacer fuego en áreas protegidas. En lo que va de año, ya son 178. Las localidades en las que más se infringió esta ley en ambos periodos fueron San Martín de Valdeiglesias, Manzanares el Real y Villa del Prado. Responsables de la consejería insisten en que la mejor manera de evitar los incendios es que "la ciudadanía se conciencie de que no debe encender fuego en espacios naturales".