Acceso denegado

Hace cinco meses que se abrió el plazo de inscripciones a la Campus Party y en menos de una semana tuvo que colgar el cartel de completo. Resultado: más de 1.000 personas se han quedado a las puertas de un acto que presume de ser, como dice un incondicional de la Campus, "la conexión por excelencia al mundo de Internet".

La directora del evento, Belinda Galiano, está satisfecha con la masiva presencia de internautas, aunque ello suponga dejar a gente en la calle. "No podemos atender a todos", asegura.

Esperas de más de cinco horas y colas de hasta un kilómetro para conseguir la acreditación que les permita el acceso oficial a la Campus Party. Pero nada les detiene, todos creen que los sacrificios merecen la pena. El evento que más navegantes tiene conectados a una misma red en todo el mundo dio su pistoletazo de salida ayer a las 12 de la noche en el Museo Príncipe Felipe de Valencia, con el consejero de Educación, Esteban González Pons, oficiando de anfitrión; pero 14 horas antes de su comienzo oficial los internautas ya paseaban por el recinto y disfrutaban de la red que permite "más que navegar, volar" según afirma uno de los asistentes.

Durante siete días y a través de 250.000 kilómetros de red y diez más de fibra óptica, 4.000 internautas con edades que van desde los 10 años a los 50 navegaran robando horas al sueño, ante la mirada de los 1.000 cuyo acceso a la red les fue denegado.