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Necrológica:NECROLÓGICA
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Hashim Salamat, fundador del Frente Moro de Liberación Islámica filipino

Con la muerte de Hashim Salamat, el fundador del Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), los musulmanes de Mindanao han perdido a uno de sus más carismáticos líderes en vísperas del inicio de las conversaciones de paz con el Gobierno filipino. Según se supo el día 5 de agosto, Salamat falleció el pasado 13 de julio en Butig a causa de una parada cardiaca, a los 61 años.

Llegó a ser uno de los hombres más buscados de Filipinas después de que su vida transcurriera entre el exilio y la clandestinidad. Considerado el alma de la lucha armada en Mindanao junto a Nur Misuari, el fundador del Frente Moro de Liberación Nacional (FMLN), grupo del que se escindiría Salamat años después, éste dio un paso más allá en la búsqueda de la independencia apostando por planteamientos islámicos y alejándose del secularismo que caracterizó a Misuari.

Nacido el 7 de julio de 1942 en Pagalungan, provincia de Maguindanao y en el seno de una familia profundamente religiosa, a los seis años era capaz de leer el Corán y memorizar algunas de sus suras. A los 16 años, Salamat se unió a un grupo de peregrinos y viajó a La Meca en el que sería su primer viaje fuera de su Mindanao natal, del que estuvo alejado durante 25 años.

Un año después, en 1959, se trasladó a El Cairo, donde se matriculó en la prestigiosa Universidad Al Azhar gracias a una beca del Gobierno egipcio. Atrapado por la doctrina revolucionaria del entonces presidente egipcio, Gamal Abdel Nasser, el paso de Salamat por Al Azhar fue decisivo en la creación de su pensamiento político. Salamat organizó en El Cairo la Unión de Estudiantes Filipinos, creó un movimiento clandestino de resistencia y fue secretario general de la Asociación de Estudiantes Asiáticos.

Regresó a Filipinas en 1970, después de 12 años de exilio voluntario, para contribuir a la creación del FMLN cuando la guerra en Mindanao se deterioraba bajo la dictadura de Ferdinand Marcos. Así nació el FMLN, liderado por Misuari y del que Salamat fue miembro del Comité Central, responsable de Asuntos Exteriores y vicepresidente.

En 1974, Salamat volvió a dejar Filipinas y se instaló en Libia; un exilio que le mantendría alejado de Mindanao otros 13 años. Pero las diferencias entre Salamat y Misuari se acrecentaron dando lugar a una ruptura a finales de los años setenta, cuando el FMLN se disponía a firmar el Acuerdo de Trípoli con el Gobierno de Manila, por el que se sentaron las bases de una autonomía en Mindanao.

Pese al llamamiento de la Organización de la Conferencia Islámica a la unidad de los musulmanes filipinos, la división fue inevitable y en 1984 nació oficialmente el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI). Para Salamat no eran compatibles el comunismo y la lucha islámica, una ideología que chocaba frontalmente con los planteamientos marxistas y seculares de Misuari. Aunque ambos compartían sus ansias de libertad respecto al Gobierno central de Manila, y en concreto contra la dictadura de Marcos, el objetivo del FMLI, que además estaba mucho mejor organizado, era la instalación de la ley islámica o sharía y el fortalecimiento de la organización a nivel militar y económico, empezando por los aspectos religiosos.

Así, este grupo guerrillero, que afirma tener más de 100.000 hombres armados en Mindanao, logró liberar zonas y establecer campos militares que fueron durante años respetados por los Gobiernos de Corazón Aquino (1986-92) y Fidel Ramos (1992-96).

El ejemplo más significativo fue Campo Abubakar, que se extendía a lo largo de 40 kilómetros, albergaba siete pueblos, contaba con base militar, mercados, madrasas (escuelas islámicas), mezquitas y granjas, donde convivían civiles y guerrilleros armados. Abubakar, destruido por los bombardeos del año 2000, bajo la presidencia de Estrada, fue el principal símbolo de la rebelión islámica en Mindanao y un importante centro de poder, que albergaba también la residencia de Salamat.

El fundador del FMLI murió en su tierra natal después de tres décadas de lucha armada que han dejado más de 200.000 víctimas mortales y sin haber visto hecho realidad su sueño: la pacificación de Mindanao y la autodeterminación de su pueblo.-

Hashim Salamat, en una imagen de 1999.
Hashim Salamat, en una imagen de 1999.EFE

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