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La gestora del PSOE de Marbella reunirá a sus afiliados para diseñar el futuro del partido

Los socialistas de San Pedro aseguran que García Marcos no es la única culpable

La gestora nombrada por la ejecutiva malagueña del PSOE quiere que los alrededor de 80 afiliados de la agrupación de Marbella tengan voz en lo que, prácticamente, debe de ser la reconstrucción del partido tras la expulsión de Isabel García Marcos de la secretaría general del mismo. Según aseguró la única de los componentes de la gestora natural de Marbella, Francisca Aguilar, antes de la moción de censura contra el alcalde, prevista para el día 13, los afiliados de la ciudad y la dirección accidental se reunirán para dibujar el tipo de partido que quieren para reconquistar la iniciativa política.

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Juez y parte

La gestora de Marbella ha nacido a velocidad de vértigo y, mientras esté activa, no se va a poder permitir el lujo de levantar un solo instante el pie del acelerador. Aguilar aseguraba ayer que la primera urgencia es la de contactar con los afiliados y escuchar sus propuestas de solución para una crisis totalmente inesperada y muy dañina.

En contra de lo que se afirmó hace algunos días, el PSOE no ha disuelto la agrupación marbellí, pero no le quedaba más remedio que crear una gestora tras la expulsión de García Marcos. La citada comisión la preside Juan Paniagua y está constituida por la ya citada Aguilar, Luis Reina, Juana Cabezas y Antonio Contreras, estos dos últimos ya formaron parte de las gestoras de Manilva y Ojén.

Para empezar, Aguilar quiere que los afiliados luchen por desvincular el nombre de su partido y de la ideología socialista del pacto contra Julián Muñoz suscrito por ocho concejales cercanos a Jesús Gil, dos andalucistas, García Marcos y un par de concejales socialistas, una de ellas, Belén Carmona, ni siquiera afiliada al partido.

El municipio de Marbella está formado por dos poblaciones, San Pedro y la propia Marbella. Los socialistas de San Pedro (con 62 afiliados) no necesitan llevar a cabo ninguna remodelación, ya que incluso los dos ediles de esa población que en un principio se sumaron a la moción de censura, Silvestre Puertas y Diego Lara, se echaron atrás tras recapacitar brevemente sobre el significado oculto que podría tener la citada acción.

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Reconstrucción

El secretario general de San Pedro, Antonio Martín, adelantará, sin embargo, su regreso de las vacaciones para echar una mano en el proceso de análisis y reconstrucción del partido en Marbella.

Martín tiene muy claro que el estilo de García Marcos de llevar el partido no hacía presagiar nada bueno. El dirigente del PSOE de San Pedro asegura que habrá que buscar culpables más allá de la propia García Marcos, ya que asegura que en sus horas bajas vino avalada por un alto cargo del partido en Madrid. "Se ha sabido mover muy bien fuera de Marbella. Aquí llegó a las elecciones acompañada de asesores de Sevilla y dominando todos los aspectos del partido, incluidas las nuevas afiliaciones", afirmó. Entre los que aconsejaban a la ya ex secretaria general de Marbella, cita a Miguel Ángel Sanz y José Carlos Aguilar.

Otra de las quejas de los socialistas de San Pedro es que García Marcos confeccionó las listas con total desapego a la realidad política y social de la ciudad. Martín recuerda que la concejal independiente que ahora secunda a García Marcos intentó entrar en su agrupación local y que se le denegó. Éste asegura que Carmona había flirteado incluso con el GIL en anteriores ocasiones que podría ser una de las claves del acercamiento que culminó en la moción de censura.

Martín cree que la desideologización llevada a cabo por García Marcos ha supuesto una pérdida grande de votos en el municipio. La abstención siempre daña a la política y beneficia a los que buscan o prometen otra cosa. Así en San Pedro, una localidad de talante más progresista que Marbella, el PSOE ha perdido casi 1.500 votos, más de un 30% de lo que obtuvo en las municipales de 1999. Aunque la pérdida de votos fue menor en Marbella, nada puede ocultar la debacle, ya que en los pasados comicios municipales había 11.000 nuevos votantes.

García Marcos (izquierda) y Francisca Aguilar, en un pleno de Marbella.
García Marcos (izquierda) y Francisca Aguilar, en un pleno de Marbella.SERGIO CAMACHO

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