Esquilache revive
No comprendo cómo los vecinos y comerciantes de las zonas afectadas no organizan una especie de motín de Esquilache contra el disparate de las obras de construcción de la estación de cercanías en la Puerta del Sol.
No vivo en la zona, pero todo ello me parece una barbaridad que atenta a la paz de la vida ciudadana de todos. No se aprecian los supuestos beneficios y sí sólo las enormes molestias y perjuicios. ¿Cómo puede predominar el capricho de un ministerio sobre la conveniencia de la mayoría de los madrileños?
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