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SERVICIOS PARA VACACIONES

Inspectores con agendas electrónicas controlan la calidad de las playas

Los datos se envían directamente al ordenador central

Un persona pasea tranquilamente por la playa de Bogatell, ajena al bullicio bañista. Mira constantemente su agenda electrónica. A veces parece que lee, a veces parece que escribe. No es un turista, es uno de los inspectores de la Agencia Catalana del Agua, que controla las 240 playas que tiene la región.

Desde este verano, los inspectores realizan sus visitas diarias a las playas de esta comunidad armados con sus ordenadores de mano. En ellos van incorporando cada día los datos sobre la calidad de la arena, del agua, su temperatura, incidencias, información sanitaria, estado de los accesos, etcétera.

Una vez en casa, el inspector envía los datos al sistema central de la agencia, desde donde incluye la información en la página web de este organismo para información de los ciudadanos. Así se controla el estado de las playas catalanas durante los cuatro meses del verano. La información sobre el estado de las playas también se envía semanalmente por correo electrónico a los ayuntamientos a los que pertenecen cada una de las playas.

Más información
CALIDAD DE AGUAS::

El año pasado se probó la experiencia con un inspector y este año se ha extendido a la totalidad de la plantilla. Los inspectores llevan también una cámara digital para documentar posibles incidencias, como vertidos contaminantes o la presencia de medusas.

Desde la agencia se está valorando la posibilidad de incorporar la cámara digital directamente en la agenda iPaq que usan actualmente para acompañar de imágenes los informes diarios.

Maria José Corrales, técnica de la agencia, encuentra varias ventajas en el nuevo sistema: "se eliminan posibles errores de trascripción, se facilita la transmisión de los datos, se ahorra papel y se gana tiempo en todos los procesos".

Todo forma parte del programa de vigilancia y control del medio marino, que se encarga de estudiar y evaluar la calidad de las aguas litorales, es decir, las localizadas en la franja más cercana a la costa y, por tanto, las más expuestas a las aportaciones continentales y de la actividad humana.

La red de vigilancia, formada en 1999, integró 61 estaciones de control de playas, 7 estaciones en tramos de costa rocosa y 11 en los puertos.

El programa controla temperatura, salinidad, pH, oxígeno disuelto, DBO5, clorofila, indicadores de contaminación fecal y nutrientes. En una red más reducida (10 estaciones) se controlan las sustancias peligrosas para garantizar la calidad: plaguicidas clorados, algunos disolventes, el mercurio y el cadmio.

Los resultados se ven, con el retraso de una semana, en la página del Gobierno catalán. Según ella, no hay playa mala. El 96,7% tiene calidad muy buena, el 2,1%, calidad buena, y el 1,3%, moderada.

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