Muñoz acuerda con la Junta el inicio del nuevo PGOU de Marbella y restringirá las licencias
Obras Públicas no hará "borrón y cuenta nueva" con las licencias que tiene impugnadas
El Ayuntamiento de Marbella parece imprimir un cambio de rumbo a su política de confrontación con la Junta por el modelo de desarrollo urbanístico de la ciudad. Así al menos lo constató ayer la secretaria general de Ordenación del Territorio y Urbanismo, Josefina Cruz, en una reunión de poco menos de una hora con el alcalde, Julián Muñoz, quien se comprometió a no dar más licencias de obras que las que se ajusten al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1986 en tanto se redacta un nuevo documento. Ambas instituciones sellaron ayer el inicio de una nueva etapa de colaboración, aunque discrepan sobre qué hacer con las viviendas construidas contra el planeamiento vigente.
"La posición del Ayuntamiento de Marbella ha cambiado", certificó Josefina Cruz, quien se felicitó de los resultados de la reunión "institucional" celebrada ayer en Málaga. Hay datos que evidencian este cambio. En julio de 1998, cuando la Comisión Provincial de Urbanismo dejó en suspenso por primera vez el PGOU aprobado por el Consistorio que entonces presidía Jesús Gil, la reacción de éste fue no reconocer la autoridad de la Junta en la ordenación del territorio. Ahora, sólo 10 días después del tercer rechazo, el Ayuntamiento de Marbella aprobará en el pleno de pasado mañana el inicio del expediente de redacción de la revisión del PGOU.
"No se si el cambio se debe a que hay un nuevo alcalde, o si, y sin quitarle mérito a éste, no será determinante que desde 1998 los tribunales de justicia sistemáticamente han dado la razón a la Junta frente al Ayuntamiento de Marbella", dijo Cruz.
La Junta informó a Muñoz de que no retirará ni una sola de las impugnaciones de licencias de obra -150 desde 1995- concedidas por el Ayuntamiento de Marbella en contra de las determinaciones del PGOU de 1986. El horizonte ofrece aún un panorama muy complicado, ya que buena parte de las obras realizadas no podrán ser legalizadas en el nuevo plan, ya que la Junta no está dispuesta a legalizar ninguna de las construcciones permitidas sobre zonas verdes o de equipamiento y espacios protegidos. "La excepción nunca se puede convertir en norma ni podemos consolidar situaciones de ilegalidad", aseguró Cruz.
El alcalde de Marbella, que había propuesto que se asumieran todas las obras realizadas, dijo al término de la reunión que no había por qué hacer borrón y cuenta nueva y ya sólo se refirió a algunas licencias que sí tendrían cobertura en el plan de 1986.
Finalmente, deberán ser los tribunales quienes decidan, aunque con el riesgo de perjudicar a compradores de viviendas ya construidas con licencia que ahora empiezan a declararse ilegales.
Por primera vez también, el alcalde de Marbella reconoció explícitamente que el PGOU vigente es el de 1986, algo que siempre había negado el consistorio, y se comprometió a no dar más licencias que aquellas que estén "amparadas en la legalidad vigente". Muñoz anunció la creación de una oficina para la redacción del PGOU que no lo harán sus propios técnicos, al igual que sucede en la mayoría de las grandes ciudades andaluzas y que actuará en coordinación con los técnicos de la Junta, que según Cruz, "siempre estarán a disposición del Ayuntamiento de Marbella".
La secretaria general de Ordenación del Territorio y el delegado de Obras Públicas, José María Ruiz Povedano, también se reunieron ayer con representantes de los 29 municipios de la Axarquía, a los que entregaron el documento de diagnóstico del plan de ordenación subregional de la Costa del Sol Oriental que, entre otros aspectos, recoge las reservas de suelo para infraestructuras del transporte, saneamiento, abastecimiento de agua, y determina la compatibilidad de usos urbanísticos con la preservación de la actividad agrícola en la zona. Una vez que los ayuntamientos hagan sus aportaciones, el documento será aprobado por el Consejo de Gobierno.
Cruz informó también de la salida a concurso de la adjudicación de los trabajos previos para la redacción del mismo plan territorial en la Costa del Sol Occidental, donde la colmatación es mucho más problemática que en la franja oriental.
