"Los resultados dan la razón a mis métodos"

Joan Fortuny, de 57 años, es el entrenador de varios de los nadadores españoles con mejores resultados en los Mundiales, Nina Jivanevskaia al margen. Tiene fama de dirigir con mano de hierro. Algunos de quienes han estado a sus órdenes han denunciado su dureza e intransigencia. Son los casos de Mireia García, Jorge Pérez o, tal vez el más extremo, Àngels Bardina, olímpica en Sydney, que el pasado diciembre contó que de adolescente, por los exigentes métodos de Fortuny, sufrió una depresión y tuvo que abandonar la natación durante unos meses. Al lado opuesto de los reproches, Fortuny, cuestionado por muchos, presenta los logros obtenidos en los Mundiales por los nadadores que dirige en el CAR de Sant Cugat: David Meca ha logrado dos medallas en aguas abiertas; el equipo femenino de 4x200 libre fue quinto en la final y logró el récord de España; Roser Vives, finalista y récord de España en los 200 mariposa, y Erika Villaécija también mejoró la marca nacional de los 800 libres, aunque no se metió en la final.

"No basta con entrenarse seis horas al día y no preocuparse de más: qué comer, cuánto dormir..."

"No nos engañemos, aquí cada vez hay menos nadadores dispuestos a sacrificarse"

Pregunta. ¿Los resultados dan la razón a sus métodos?

Respuesta. Me la dan totalmente. No sólo los de estos Mundiales, sino los de todo el año. El papel de mis nadadores ha sido muy digno en un campeonato tan duro. El equipo de relevos ha estado fantástico. Para Roser Vives, clasificarse para la final es un éxito, aunque, tal vez por los nervios y la inexperiencia, hizo 2m 12s, peor tiempo que en las semifinales, con 2m 10s. Erika Villaécija se quedó a ocho décimas de la final de los 800 y David Meca ganó dos medallas.

P. Pero hasta Meca le llama sargento de hierro. ¿Le molesta?

R. No hay problema. Si lo dicen porque exijo un trabajo y una disciplina, no me molesta en absoluto porque es verdad.

P. Una ex pupila suya, Àngels Bardina, ha denunciado lo mucho que sufrió a sus órdenes y que, por ejemplo, sólo dos días después de haber salido del hospital tras un accidente de automóvil, ya la obligó a entrenarse.

R. Ella sabrá lo que dijo y por qué. El accidente no fue nada. Volvió a entrenarse cuando quiso. Pero no quiero entrar en ese tema.

P. Otro ex pupilo suyo, Jorge Navarro, le reprochaba que después de tanta dureza, durante 13 años en el CAR, no ha sacado ni un campeón de Europa.

R. En España, campeones de Europa no salen ni uno, ni los que trabajan ni los que no. Pero el año pasado, el equipo de relevos fue medalla de plata, y este año Roser Vives fue tercera en los 200 mariposa. Me asombra la gente que critica así. Si hubiera alguien con medallistas y tres o cuatro campeones, vale. Pero no es el caso.

P. Melissa Caballero, tras ser eliminada ayer en 800, dijo que no sabía si había valido la pena tanto trabajo y esfuerzo para los resultados obtenidos a nivel individual.

R. Es muy exigente con ella misma. Incluso en los estudios. Es muy perfeccionista. Estaba supercontenta porque esta temporada había nadado en 8m 40s. Aquí sólo pudo hacer 8m 43s. Pero debe tener en cuenta las circunstancias. Es joven y ha hecho una temporada excelente. Pero ya me agrada que mis nadadores sean exigentes y ambiciosos.

P. Meca cuenta que usted le prohibió rodar anuncios.

R. Hay momentos de la temporada en los que hay que estar centrados en la competición. David tiene mucho gancho con la prensa y siempre está recibiendo invitaciones para salir en televisión o para hacer publicidad. Le dije: 'céntrate en la competición y deja de tener la cabeza en otro sitio'.

P. El trabajo es su única receta para mejorar.

R. Creo que estamos en la buena línea. Pero no hay bastante, hay que trabajar más. A nuestros nadadores se les debe exigir más. No es bastante que haya un grupo de ocho, como tenemos en Sant Cugat. Hay muy pocos sitios más donde se trabaje a fondo. En Sabadell y poco más. Los nadadores deben pensar que el trabajo no sólo empieza y acaba con la piscina. Tienen que entrenarse seis horas cada día, pero además deben tener una hora de masaje, relajación, estiramientos, una hora y media de descanso al mediodía... No pueden entrenarse seis horas y no preocuparse por nada más, comer lo que se quiere, no dormir las horas necesarias ni tener una disciplina.

P. Mireia García le acusó de preocuparse sólo de su prestigio, de ser implacable, de presionarle de mala manera para que no abandonara su grupo.

R. Mireia, ahora, está en la grada. La he tenido durante siete años conmigo y las declaraciones que hizo me duelen, creo que fueron injustas. Ella, conmigo, fue tercera en los Europeos y séptima en la final de los Mundiales de hace dos años. Estoy seguro de que ella también está sufriendo.

P. Laura Roca afirmó que hubo una época en la que no la dejaba irse los viernes a casa para que no pudiera ver a su novio.

R. El sábado por la mañana tenían que entrenarse. Yo las recomendaba que, si tenían que salir, lo hicieran los sábados por la noche. Son gente joven, lo normal es que se diviertan, pero no se puede estar en todas las guerras.

P. Usted, en su época de nadador, tampoco se mataba.

R. En aquella época no entrenábamos ni la mitad. Ahora este deporte se ha profesionalizado mucho más, cada vez se exige más trabajo. Pero incluso el que trabaja no tiene el éxito asegurado. En el podio sólo caben tres, y al cuarto no se le hace ni caso. No es justo. Es necesaria una motivación. Pero además, el calendario está mal montado, cada vez más cargado. La Federación Internacional tira por su lado, la Europea por el suyo. Es una barbaridad. Ahora tendremos los Campeonatos de España, cuatro semanas de descanso y, de inmediato, empezaremos a trabajar para los Europeos y los Juegos del año próximo.

P. España sigue lejos de la élite.

R. Se ha mejorado mucho en categoría femenina. En los Europeos ya estamos al nivel de los mejores y en los Mundiales, cerca de las finales o en ellas: está Nina, el equipo de relevos, Erika... Falta un pequeño salto. Debería haber un grupo más amplio en la selección de chicos. Pero no nos engañemos, en el fondo y en el medio fondo, que son las pruebas que nos van mejor, cada vez hay menos nadadores dispuestos a sacrificarse. Es un problema de horas, prefieren dedicarse al fútbol, donde se entrenan una hora y media cada día.