"Estoy haciendo historia en España"

Tocó la chapa, se hundió en el agua y luego fijó su mirada en el marcador gigante de Sant Jordi. Sólo en ese momento, Nina Jivanevskaia supo que era la nueva campeona del mundo de los 50 espalda. Se llevó las manos a la cabeza, esbozó una enorme sonrisa y se olvidó para siempre de la sensación de segundona. "Estoy muy feliz", dijo, exultante, nada más salir del agua; "por un momento, creí que había sido segunda; no veía nada". Acto seguido, emocionada, corrió a abrazar a su marido. Por fin tenía el oro que tanto había perseguido. En su distancia preferida, se coronaba de una vez por todas. "He conseguido casi todo lo que soñaba en mi carrera; creo que un currículo como el mío es un orgullo para cualquier deportista", señaló la también campeona europea y bronce olímpico.

Radiante, enfundada en su bañador negro de cuerpo entero, parecía no poder creerse aún el éxito. "Sin quererlo", confesó entre sonrisas la española de origen ruso, "y sin haber nacido aquí, estoy haciendo historia en España. Me lo merezco por lo que trabajo y se lo merece el público por su apoyo".

Ya más calmada, vestida con el chándal del combinado nacional, Jivanevskaia analizó la carrera: "Me encontré muy tranquila desde el principio porque ésta no es una carrera de estrategia como los 100m; se trata de salir y nadar lo más rápido posible. Y, aunque no sé muy bien cómo he salido ni cómo he llegado, porque todo ha ido demasiado rápido, creo que la clave ha estado en la salida", concluyó radiante y dispuesta a firmar cuantos autógrafos le requerían.