La división en UV tras el pacto con el PP amenaza con su extinción
Uno de los baluartes de Unió Valenciana (UV), el alcalde de Almàssera, Enric Ramón, se despachó ayer a gusto contra la dirección del partido regionalista, comandada por José María Chiquillo, tras el pacto alcanzado por éste y la dirección del PP en la Diputación de Valencia para que los unionistas entren en el gobierno de la Corporación provincial. Ramón señaló en declaraciones a la cadena SER que no se había consultado ni comentado con la militancia el pacto alcanzado, que puede originar el fin de UV, y cuyo objetivo es "salvar los muebles" a un proyecto "que no existe" y que deberá "plantearse su futuro" en la próxima asamblea del partido, que se celebrará en octubre y que deberá ratificar a Chiquillo en la dirección. Ramón fue vetado por Chiquillo en la Diputación.
Las divisiones en el seno de la formación regionalista y las deserciones de militantes históricos como Chimo Lanuza amenazan con una existencia aún más residual que en la actualidad e incluso con la propia desaparición del partido, lo que supondría la integración en el PP de una parte de sus militantes. Las diferencias internas se han disparado después de los malos resultados en las últimas elecciones autonómicas y municipales, en las que UV obtuvo sólo 2,8% de votos en la Generalitat, pasando de 189 concejales a 131.
Chiquillo, cesado como asesor
En este contexto, el ex presidente del Consell Enrique Monsonís, que ahora ocupa un escaño rotatorio del Grupo Liberal en el Parlamento Europeo en virtud del pacto entre Unión Valenciana, Coalición Canaria, Partido Aragonesista y Partido Andalucista para presentar candidatura única en 1999 -obtuvo dos diputados-, anunció ayer que destituía a Chiquillo como asesor europeo, cargo que iba a desarrollar hasta octubre de 2004.
Monsonís explica que su decisión "responde al acuerdo de gobierno alcanzado" por Eustaquio y José María Chiquillo con el ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, añadió. A este respecto, una nota oficial de UV asegura que la decisión de Monsonís fue adoptada con anterioridad al pacto y pone como prueba que el pago del mes de julio a Chiquilo como asesor "no se ha satisfecho".
Eustaquio, que ahora se encargará del BOP, de la imprenta provincial y del archivo de la Diputación, afirmó ayer, sin embargo, que el acuerdo con los populares es "puntual" y que UV "ni se ha vendido ni se encuentra en venta". Además, según recoge Efe, aseguró que la posible integración en el PP "ni se ha planteado ni es objetivo de la presente dirección del partido". Insistió en que el pacto persigue "restablecer relaciones" entre las dos formaciones políticas, "rotas desde hace más de cinco años". Recalcó que no existe "ningún otro pacto de ningún tipo con el PP, puesto que sólo se ha tratado la integración en el equipo de gobierno de la Diputación".
Eustaquio añadió que la asamblea de octubre decidirá la estrategia a seguir próximamente.
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