Elisabeth Welch, la eterna diva del jazz y del pop
Nacida en Nueva York, Elisabeth Welch residió las últimas siete décadas en Londres, donde era una estrella del teatro, la radio, el cine y los clubes nocturnos. Conocida como intérprete refinada de canciones populares, Welch fue aclamada en Nueva York, París y Londres. "Los británicos la idolatraban, la adoraban por completo", dijo el viernes Kreuger, presidente del Instituto del Musical de Estados Unidos, una biblioteca de investigación de Los Ángeles.
"Elisabeth Welch no fue una cantante más; para este país fue un icono cultural, como Ella Fitzgerald". Kreuger, que conocía personalmente a Welch, afirmó que la cantante "podía hacer de todo: sabía cantar jazz, podía interpretar música popular con la voz más dulce y triste y tenía una dicción y un gusto impecables".
Pero fue Love for Sale, que Welch cantó en The New Yorkers, el musical que Porter estrenó en Broadway en 1931, la que le dio notoriedad. Cuando en 1986 un periodista de la agencia Associated Press sugirió a Welch que la canción -el conmovedor lamento de una prostituta- seguramente debió ser considerada como un poco provocativa en aquella época, Welch mostró una amplia sonrisa. "Querido, ¿estás de broma?", dijo riendo. "En 1931 era obscena". "Yo entraba en escena vestida de raso negro y con unos zapatos altos de cuero con tacones rojos. Llevaba un marabú rojo y un sombrero con plumas de garceta. Se trataba de una mujer imponente", comentó en una entrevista en 1989.
Welch nació en la ciudad de Nueva York el 27 de febrero de 1904. Su padre, jardinero jefe y posteriormente conductor de una gran propiedad de Engelwood, Nueva Jersey, era mestizo, mitad negro e indio americano; su madre nació en Escocia. Criada en un vecindario racialmente mixto con sus dos hermanos, Edward y John, Welch recordaría más tarde: "Nunca me sentí diferente de nadie. Eso me ayudó a ser una persona internacional toda mi vida".
Welch, que estuvo brevemente casada con un músico a los 18 años, llamó por primera vez la atención en 1923 al cantar Charleston en Runnin' Wild, musical representado en Broadway. Después apareció en diversas revistas negras tanto en Broadway como en otros lugares, entre las que destacan The Chocolate Dandies (1924) y Blackbirds, de 1928, que se representó en París, donde Welch se convirtió en una popular cantante de clubes nocturnos.
Se instaló en Londres y apareció en numerosos espectáculos del West End, incluido Glamorous Night, de Ivor Novello. También intervino con regularidad en la popular serie radiofónica de la BBC Soft Lights and Sweet Music.
Durante la II Guerra Mundial, Welch actuó para las tropas en Gran Bretaña y se unió a John Gielgud, Edith Evans, Beatrice Lillie y Michael Wilding para actuar ante los soldados en Malta y Gibraltar. Gielgud recordó una vez: "Cuando ella cantaba, podías oír caer un alfiler. Pero nada más acabar, los atronadores aplausos se escuchaban hasta en la calle". En 1970, Welch comenzó una serie de espectáculos en solitario, actividad que continuó hasta los años noventa.-
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