Tres asociaciones denuncian que se quiere eliminar la Escuela Judicial
La Escuela Judicial de Vallvidrera tiene un futuro cada vez más incierto. Tres de las cuatro asociaciones judiciales denunciaron ayer que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) pretende "reducirla hasta su práctica eliminación". La última propuesta en este sentido es que el número de profesores ordinarios pase de 14 a 7.
La cuestión se debatirá en el pleno del CGPJ del próximo miércoles y es muy probable que sea aprobada por la mayoría conservadora alineada con la Asociación Profesional de la Magistratura. Pero Jueces para la Democracia, la Asociación Francisco de Vitoria y el Foro de Justicia Independiente se oponen.La promoción que ahora está en la Escuela Judicial es de 233 alumnos. En septiembre entrará otra de 124 y en septiembre de 2004 serán 54 nuevos alumnos. Ésos son los números que esgrime la mayoría conservadora del Poder Judicial para eliminar siete de los 14 profesores ordinarios: tres del área penal, otros tantos de civil y uno de derecho constitucional. El tema fue debatido hace unos días en el consejo rector de la Escuela Judicial y se aprobó por el voto de calidad de su presidente, Francisco Hernando Santiago. El siguiente paso es que lo debata el pleno del CGPJ, y si sale adelante, se aplicará el 1 de septiembre.
Frente a esta postura, las asociaciones firmantes del manifiesto expresan su "más absoluta decepción y profundo temor por la peligrosa política reductora del profesorado". En este sentido, recuerdan que la escuela ha servido de modelo a diversos países europeos e hispanoamericanos, y que requiere más dotación presupuestaria. Las tres asociaciones judiciales creen que esta reducción del profesorado es otro paso para ir asfixiando la Escuela Judicial hasta que se cierre por inanición. Este centro es el único órgano del Estado que no tiene su sede en Madrid.
Hace unos días (véase EL PAIS del 1 de julio) Fernando Valle, número dos de la Escuela Judicial, ya arrojó la toalla y volvió a su plaza de magistrado de la Audiencia de Barcelona harto de la situación actual. Jueces para la Democracia habló entonces de "purga" y ayer dos portavoces de esta asociación, las magistradas Luisa María Prieto y Núria Cleries, admitieron sin reparos que el objetivo final es acabar con el modelo de juez constitucional que hasta ahora salía de la Escuela Judicial.
Un juez sensible
¿Y cuál es ese modelo de juez? "Un juez sensible a la sociedad y a las personas implicadas en el pleito, porque cuando resuelves una sentencia no sólo tienes un conflicto jurídico. Tienes intereses y emociones, entre otras cosas", explicó Cleries. "El problema es que ahora no hay un modelo de juez y la mayoría conservadora insiste en que el juez ha de ser un técnico en derecho que no se contamine de la sociedad", remachó Prieto. El cambio de política hacia la Escuela Judicial se inició tras la formación de una mayoría conservadora en el Consejo General del Poder Judicial y la sustitución de Carlos Gómez, director durante cuatro años y auténtico impulsor del centro, por Francisco Valls Gombau.
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