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Los nacionalistas abandonan sus escaños en el Parlamento corso

El fracaso en el referéndum desata la tensión en la isla francesa

Córcega se desliza por la pendiente de la inestabilidad. El grupo nacionalista Corsica Nazione rompió ayer la baraja utilizada durante los últimos años en el juego político legal. Sus ocho representantes en el Parlamento de la isla denunciaron "la agresión de que está siendo víctima el pueblo corso" y abandonaron los escaños sin renunciar a las actas. La estrategia, que recuerda la de la silla vacía practicada por Charles de Gaulle en otros tiempos y otras instituciones, se produce en vísperas de una manifestación contra "el Estado colonial".

Todos estos lodos vienen del desastroso referéndum del 6 de julio. Tres días antes de la votación, la policía detuvo a Yvan Colonna, presunto autor material de la muerte de un prefecto francés, rompiendo así la imagen de un entendimiento bajo cuerda entre el Gobierno de París y los nacionalistas. Pero esto fue insuficiente para convencer a los partidarios del no de la inexistencia de pactos entre aquéllos, con el resultado de que ambos aparecieron como derrotados.

Otros siete miembros del comando han sido condenados a duras penas -incluidas dos cadenas perpetuas-, en lo que el sector nacionalista corso ha calificado de "venganza de Estado".

La policía investiga minuciosamente las casas que pudieron dar albergue a Yvan Colonna durante los cuatro años que permaneció huido y el Gobierno de París ya avisó, tras la derrota en el referéndum, de que su tarea prioritaria es ahora "la seguridad" de la isla.

Cogido a contrapié, el sector político del nacionalismo ha optado por abandonar el juego parlamentario y comprometerse en una acción callejera "contra el Estado colonial francés". La intensidad del terrorismo corso es menor que la ejercida por ETA y el trato político del Estado francés a los que se reclaman independentistas tampoco ha sido comparable a la prohibición de las actividades de Batasuna en España. Pero el abandono del terreno político institucional refuerza a los partidarios de la acción clandestina y violenta en Córcega, en una decisión de consecuencias imprevisibles.

Situación grave

"Nuestra presencia en el hemiciclo no tiene sentido tras la serie de agresiones de la que ha sido víctima el pueblo corso y la extrema gravedad de la situación", explicó el portavoz de los nacionalistas, Jean-Guy Talamoni, minutos antes de que él mismo y todo su grupo abandonaran la sede parlamentaria.

A su juicio, el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, atentó contra el principio de la presunción de inocencia al anunciar la detención de Yvan Colonna como la del "asesino del prefecto".

El grupo de diputados de Corsica Nazione es una parte del partido Indipendenza, que agrupa también A Cuncolta indipendentista, considerada como la vitrina política del movimiento terrorista FLNC. Se presentaron a las elecciones regionales de 1999 y obtuvieron el 16,7% de los votos, lo cual les ha permitido disponer de ocho de los 51 escaños de la Asamblea.

Los nacionalistas han ejercido de oposición a la derecha isleña, pero uno de aquéllos ha presidido la Comisión de Asuntos Europeos de la Asamblea, en un gesto de integración en el juego institucional. El Parlamento corso existe desde 1992, y aunque sus poderes son más limitados que los de los parlamentos autonómicos en España, los nacionalistas han aceptado el juego con la esperanza de una evolución lenta hacia sus tesis independentistas, expresadas por su portavoz, Jean-Guy Talamoni, con la fórmula: "Queremos la independencia dentro de Europa" a medio plazo.

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