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Análisis:LA MÁQUINA HUMANA | TOUR 2003
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Vatios históricos

A diferencia de la contrarreloj, en las subidas a los grandes puertos la resistencia del aire, y por tanto la aerodinámica del ciclista y de su bicicleta, no son tan determinantes como la fuerza de la gravedad. Si conocemos las características del puerto (distancia y desnivel medio), el peso del ciclista y de su bicicleta, y el tiempo desde el inicio al final del puerto, se puede estimar con ecuaciones la potencia media (en vatios o W) de un ciclista en la ascensión. Incluso podemos comparar los vatios generados por distintos vencedores del Tour. O mejor, comparar los vatios relativos al peso corporal (W/Kg.): más que la potencia absoluta, lo que determina el rendimiento en la subida es la potencia relativa desarrollada por el ciclista, dada la importancia de la fuerza de la gravedad.

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Sólo es necesaria una última condición para comparar la potencia de ascensos históricos: que cada ciclista haya hecho toda la subida solo. En caso contrario sería imposible comparar los vatios desarrollados por unos y otros, pues por encima de 16 Km./h, y los campeones suelen subir a más de 20 Km./h, el ciclista que sube a rueda de otro se ahorra algunos vatios.

Ejemplos de subidas históricas: René Pottier, el primer gran escalador de la historia del Tour. Si su bicicleta pesaba 20 Kg., en 1905, en el Ballon de Alsacia, generó una potencia media de unos 360 W, o casi 6 W/Kg. en casi media hora: 297 W para vencer la gravedad, 30 W para vencer el rozamiento de la rueda sobre tierra (¡no había asfalto!), y 46 W para superar la resistencia del aire. Si hubiera habido asfalto, Pottier se habría ahorrado unos 10 W para subir igual de rápido.

Quizás el récord del Tour, al menos en potencia relativa, lo batió Pantani en el 97: casi 7 W/Kg., en su exhibición en Alpe d'Huez. Algo más que Armstrong en el mismo escenario, cuatro años después, aunque el americano generó 454 W en casi 40 minutos: 370 W para vencer la gravedad, 22 W para vencer el rozamiento, y 62 W para vencer la resistencia del aire. Un médico italiano, basado en los datos de un medidor de potencia portátil, estima que Armstrong no bajó de 600 W en el primer kilómetro, donde destrozó a Ullrich. Y eso que, al contrario que en el 97, antes se habían subido dos puertos de categoría especial. Pobre Ullrich, que perdió tiempo con ambos. Y eso, a pesar de generar casi 440 W, una auténtica bestialidad.

La comparación Armstrong-Bahamontes es posible, al menos en la cronoescalada al Mont Ventoux que realizaron, cada uno en su época, el toledano en 1958 y el americano 41 años después. En potencia relativa, gana el toledano por escaso margen. Claro que en 1999 Armstrong parecía más humano que en los tres años siguientes... ¿Indurain contra Armstrong? ¿Hubiera aguantado Miguelón con Armstrong en la exhibición de éste en Alpe d'Huez en el 2001? Con sus 81 kilos de peso, para subir a la misma velocidad que Armstrong, el navarro debería generar unos 500 W de potencia media. Algo sólo posible para él, como demuestra un buen estudio científico publicado hace un par de años: en su récord de la hora del 94, generó una potencia media de casi 510 W.

Alejandro Lucía es profesor de la Universidad Europea de Madrid.

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