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Entrevista:JOSÉ MIGUEL 'CHEMI' GIL | Saltador español | CAMPEONATOS DEL MUNDO DE NATACIÓN

"Esto no es para 'chulopiscinas"

Robert Álvarez

Se levantará a las siete, tres horas antes del inicio de la prueba de trampolín de un metro, especialidad de la que es subcampeón de Europa. José Miguel Chemi Gil (Madrid, 1971), el más veterano saltador de la selección española, saltará soñando con entrar en la final.

Pregunta. Ya se le ve inquieto.

Respuesta. Las eliminatorias son muy duras y muy lentas. Seremos cuarenta, así que entre un salto mío y otro pasarán cuarenta minutos. Y haré seis. Es duro estar todo el rato ahí. No es como la natación: compites a las 10.22, subes la adrenalina, y a las 10.24 ya has acabado. Aquí empiezas a las diez y no acabas hasta las dos.

P. ¿El desgaste es más psíquico que físico?

R. Sí. En realidad, encima del trampolín, sumando los seis saltos, estás dos o tres minutos. Pero esperando... Las eliminatorias, más que saltar, son esperar. Y llevar eso es muy duro. Es todo mental. Es con lo que jugamos. En cambio, en semifinales y final, son grupos de seis saltadores. Y el ritmo es mucho más alto. Saltas cada seis o siete minutos. Hay más intensidad, pero se lleva mucho mejor. Es más dinámico.

P. ¿Cuándo empezó a saltar?

R. A los seis años. Mi hermano era nadador. Y mi madre me animó a que yo también me apuntara a algo. Viendo saltos, vi que tenían una cama elástica y me gustó. Es lo que atrae a los niños. Era como ir todos los días al parque de atracciones.

P. ¿Y no pensó en los riesgos?

R. Al principio no tienes el concepto del miedo. El entrenador es quien te tiene que parar. Con el tiempo, te das cuenta de que algunas cosas no deberías hacerlas.

P. ¿Se ha dado muchas tortas?

R. No me quejo. El saltador que no se la pega, mal va. Es normal. Bueno, en realidad, sólo te haces daño si te das con la plataforma o el trampolín. Contra el agua, es un daño más moral, la humillación de que te salga mal. Pero siguiendo una lógica y unos pasos, no es peligroso.

P. ¿Esto es para chulopiscinas?

P. No, no es para chulopiscinas.

P. Pero sí para tíos raros, porque anda que ustedes no lucen manías. Por ejemplo, secarse minuciosamente con una toalla nada más salir de la piscina y meterse al instante en un jacuzzi.

R. No. Todo es por estar en las mejores condiciones. Lo de las toallitas es porque hay que estar bien seco. Bueno, sí que hay alguno con manías. Alguno que coloca las zapatillas en un ángulo determinado y si se las tocas, casi que te pega. Y hay muchos que fuman. Sí, somos una especie rara.

P. Y muy pocos.

R. Sí, los saltos es algo muy minoritario en España. Sólo tenemos 70 fichas. Ojalá cambie a raíz de esto. Pero es difícil a muchos niveles. También al de las instalaciones. Por ejemplo, la piscina de Barcelona es muy bonita, pero es al aire libre. Sólo vale para tres meses al año. Y este deporte tiene que hacerse once meses al año. Luego, vas a Alemania y en cada pueblo de 10.000 habitantes hay una instalación que no veas. Todo el pueblo está allí saltando.

P. ¿Y usted?

R. A mí me apasiona. Lo de los Mundiales y los Juegos en realidad no me gusta tanto. Yo disfruto todos los días en la piscina. El rato que estoy encima del trampolín es cuando no pienso en otras cosas y me divierto de verdad. El trampolín, el agua... Te concentras en unos movimientos. A mí eso me gusta. Me siento libre.

P. ¿Hasta cuándo seguirá saltando?

R. Llegar a Atenas va a estar complicado. He estado lesionado en la espalda. Primero creyeron que era una hernia discal, luego hablaban de lumbalgia. Vamos, que está demasiado usada. Ya no da más de sí. Este año no he podido descansar y lo he llevado mal. Ya veremos, pero hasta los Europeos sí llego.

José Miguel Gil.
José Miguel Gil.JOAN SÁNCHEZ

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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