"La hierba ya no es problema"

Ganar el torneo de Roland Garros el pasado junio supuso un salto espectacular en la carrera de Juan Carlos Ferrero (Ontinyent, Valencia; 23 años). El tenista español se quitó de encima la ansiedad que le atenazaba y estableció una nueva plataforma desde la que catapultar de nuevo su trayectoria. "Roland Garros culminó un ciclo", afirma Ferrero, "pero ahora comienza otro, en el que espero lograr algunos títulos más del Grand Slam". Pese a haber perdido en los octavos de final en el de Wimbledon, ante el francés Sebastien Grosjean, demostró que "la hierba ya no es un problema" y que algún día puede ser el campeón.

Pregunta. ¿Qué lección se lleva de este Wimbledon?

Respuesta. Una muy buena. Me he sentido muy bien. Lo importante aquí es que uno disfrute del tenis. Tengo un buen sabor de boca. Perdí muy apretado ante Grosjean y gané a gente buena como Escudé o Sargsian, que se desenvuelven bien en la hierba.

"En Wimbledon necesitas dos buenas semanas con el saque y estar muy bien físicamente"

P. ¿Es lo más importante que ha cambiado su mentalidad y la de los españoles, en general, en relación con este torneo?

R. Sí, creo que hemos cambiado la mentalidad y venimos aquí con ganas de ganar, como si fuera un torneo más. La hierba ya no es un problema.

P. Ahora, la lluvia, la falta de pistas de entrenamiento, los largos parones..., todo esto ya no parece agobiarles.

R. Son cosas implícitas del torneo. La lluvia es lo más molesto porque te corta el ritmo por completo. Pero, cuando vienes aquí, ya sabes lo que hay y sólo tienes dos opciones: aceptarlo o no venir. Yo lo acepto.

P. ¿Se ve con capacidad para ganar en Wimbledon?

R. Lo he hecho bien este año. Me ha faltado muy poquito para llegar a los cuartos y jugar contra Henman, en su casa, con quien creo que habría hecho un buen partido. Estoy restando muy bien. Mi saque ha mejorado mucho y me da buenos puntos. Creo que algún día puedo culminar un buen torneo aquí. Es difícil ganar desde el fondo, pero tengo posibilidades de hacerlo.

P. ¿Qué cree que le falta para poder concretar este triunfo?

R. Hay que tener dos semanas buenas con el saque y, sobre todo, estar muy bien físicamente. Cada día que pasa se te van cargando más las piernas porque estás siempre flexionándolas y debes estar muy fuerte.

P. ¿Sigue siendo la volea su punto más débil?

R. Creo que la he mejorado mucho y que cada vez tengo mejores sensaciones con ese golpe. Tengo la mentalidad de salir disparado hacia delante tras un buen saque o una derecha desbordante, pero a veces, en momentos importantes, estoy indeciso y no voy porque sé que la volea no es mi golpe más fuerte. Me ocurre como a Hewitt en este sentido. Pero las pocas veces que avanzo a la red acabo ganando el punto.

P. ¿Ganar en Roland Garros cambió su mentalidad?

R. Ganar un grand slam te lleva a pensar que eres un poquito mejor jugador. Es un torneo que se me había atragantado porque siempre estaba en las puertas. Al final, lo he conseguido y eso te libera un poco y te da confianza y la experiencia de haber ganado una final difícil.

P. Para muchos jugadores, ganar un grand slam es la salvación de sus carreras. ¿Piensa igual que ellos?

R. No; claro que no. Es un título para la historia. Siempre estará ahí. Pero soy muy joven y tengo muchas posibilidades de ganar otros títulos grandes.

P. Al margen de París, ¿en qué otro grande se ve campeón?

R. Australia me gusta muchísimo porque las condiciones son buenas. Hace calor, como en España; la pista está bien y he hecho buenos resultados. Y también en el Open de Estados Unidos, aunque hasta ahora no he conseguido cuajar una gran actuación. Este año prepararé muy bien el torneo. Hay que ponerse las pilas e ir allí a ganar.

P. ¿Ha cambiado algo en su vida tras Roland Garros?

R. La popularidad ha subido bastante. Me sobrepasa un poco. Uno no se acostumbra del todo. Cuesta un poco.

P. Su objetivo es ser el número uno. Es el dos, a 215 puntos del norteamericano André Agassi.

R. Cierto. Pero debo ser paciente. No lo logré en Wimbledon, pero lo puedo conseguir dentro de poco. Si soy regular durante el año, lo tengo a tiro.